El Hogar ABI, un espacio dedicado a la atención de personas con discapacidad severa y profunda, vivió una jornada llena de alegría y energía con una mañana deportiva especial. Durante esta actividad, los residentes disfrutaron de inflables, juegos y música, brindándoles una experiencia diferente que les permitió romper la rutina y sumergirse en momentos de pura diversión.
Los inflables fueron el centro de atención, permitiendo que los residentes saltaran, se deslizaran y rieran sin parar. “Fue una mañana muy alegre, llena de música y baile. A los chicos les encantaron los inflables, el saltarín, y estuvieron súper felices”, expresó Julissa Ixcoy García, Educadora Especial del Hogar ABI.





Además de ser un espacio recreativo, la jornada también contribuyó al desarrollo integral de los residentes. “Estas actividades culturales benefician a nuestros adultos, jóvenes y niños, ya que les permiten socializar entre ellos y alegrar su día”, explicó Ixcoy García.
Asimismo, estas dinámicas fortalecen los lazos entre los residentes y el personal del hogar. “Las actividades socioculturales son fundamentales porque fomentan la convivencia entre los trabajadores y los chicos. A través de ellas, se desarrollan habilidades que deben seguirse impulsando día a día”, añadió la educadora.







Más allá de la diversión y la interacción social, la mañana deportiva también tuvo un impacto positivo en la regulación emocional de los residentes, con cambios notables en su estado de ánimo y bienestar, según indicaron los especialistas.
Fotografías: Eduardo Mendoza
Texto: Asael Díaz