Gabriela y Brandon coincidieron en una misma actividad. Ella vive en Amatitlán, mientras que él, en Sololá. Nunca en su vida se habían visto ni hablado, pero sí tienen algo en común: ambos se sienten agradecidos por haber sido beneficiados por los programas de la SBS.
El jóven de 19 años es usuario del Centro de Formación Quédate, en donde, según nos cuenta, le han dado la oportunidad de aprender a prosperar dentro de su comunidad. Ahora decidió ser parte del Servicio Cívico Social de la Familia SBS en donde tendrá su primer contacto con lo más parecido a un trabajo, pues por cada hora que preste servicio recibirá un estipendio.
“Me parece perfecto porque es una buena oportunidad de aprender y también enseñar lo que he aprendido. Además, es un buen recurso para expresarnos y tomar un buen liderazgo”, dice sobre el Servicio Cívico. Mientras que de Quédate expresa que ha sido donde ha “aprendido sobre emprendimiento y nos enseñan a prosperar y tener éxito con nuestros negocios”.
Un antes y un después
Mientras que para Gabriela el conocer Casa Joven y prestar Servicio Cívico en 2022 le cambió la vida. Dice que marcó un antes y un después y está muy agradecida. Ella llegó al acto en donde se dio inicio oficial a la formación de los 177 jóvenes que en este 2023 se convertirán en agentes de cambio para su comunidad y del cual Brandon forma parte.
“Yo no conocía nada de Casa Joven y me acerqué porque estaba buscando trabajo y ellos me ofrecieron ser parte del Servicio Cívico Social. Hoy les digo que van a impactar vidas, esa es la misión que tienen. En lo personal marcó un antes y un después porque me di cuenta de mi realidad, del contexto del país y de mi comunidad”, aseguró Gabriela.
Tiene a su cargo proporcionar los servicios de formación formal y técnica a las y los adolescentes retornados, o bien, que se encuentren en riesgo de migrar. Existen tres sedes en Santa María Visitación, Sololá; Joyabaj, Quiché y Malacantancito, Huehuetenango.
Se brinda atención preventiva, integral y personalizada a niñas, niños, adolescentes, jóvenes y sus familias, principalmente a aquellos que residen en comunidades con altos índices de violencia, pobreza e inseguridad. Hay sedes en Palencia, Villa Nueva, Peronia, Mixco y Amatitlán.
Texto: Carolina Hernández
Fotos: Luis Sajché