Bianqui llegó al mundo desafiando las probabilidades. Cuando nació, sus padres, José y Jessica, recibieron la noticia de que su movilidad sería limitada. Sin embargo, lejos de conformarse, abrazaron la esperanza de que, algún día, su hija podría caminar y jugar como cualquier otro niño.

Hace dos años, un rayo de luz iluminó el camino de esta familia al ser seleccionados como beneficiarios del Subsidio Familiar de la Secretaría de Bienestar Social (SBS). Este apoyo no solo les brindó alivio económico, sino que les permitió acceder a consultas médicas, terapias y tratamientos esenciales para mejorar la movilidad de Bianqui.

“Bianqui no podía caminar. Solo lograba mantenerse sentada, con sus piececitos doblados. Pero después de una operación y meses de terapia, dio sus primeros pasos. Fue un momento que jamás olvidaremos”, relata Jessica, madre de Bianqui, quien también enfrenta desafíos de movilidad.

Compromiso y amor

José, además de ser el sostén económico de la familia, se ha convertido en un pilar fundamental en la rehabilitación de su hija y en el cuidado de su esposa. “No tengo un empleo estable porque debo acompañarla a sus citas y terapias. Pero cada sacrificio vale la pena al ver su progreso”, comenta con orgullo.

Gracias al subsidio, la familia ha podido cubrir medicamentos, transporte, alimentación e incluso gastos escolares, asegurando que Bianqui tenga un desarrollo integral. Hoy, con una sonrisa tímida pero radiante, la pequeña comparte: “Me siento bien y feliz porque ya puedo caminar y jugar. Me encanta ir a la escuela, y mi clase favorita es dibujo”.

El profe Juan Carlos, parte del equipo de la Sede SBS en Jutiapa, ha seguido de cerca el caso de Bianqui. “Desde el principio, vimos el compromiso de sus padres. Son una familia que lucha incansablemente por salir adelante. Con el programa de Subsidios Familiares, no solo les brindamos ayuda económica, sino también acompañamiento y orientación para asegurar que Bianqui tenga un futuro mejor”, explica.

Familias de Jutiapa, Jalapa y Santa Rosa son beneficiarias del Subsidio Familiar de la Secretaría de Bienestar Social
0

Gabriel Palma, psicólogos encargado del caso, dice que es asombroso lo que se puede alcanzar con un aporte económico que, para algunos, puede parecer modesto, pero que para quienes más lo necesitan representa una oportunidad de vida. 

“El Subsidio Familiar es vital para los beneficiarios, ya que les permite subsistir y avanzar. En el caso de Bianqui, su papá, con los pocos recursos que tiene, incluso construyó un espacio para sus terapias. Esto demuestra su compromiso y la buena administración de este recurso”, añade Palma.

Gratitud y oportunidades

El impacto del programa se refleja en cada sonrisa de Bianqui y en la tranquilidad que ahora habita en el corazón de sus padres. Para José, el mayor sueño es que su hija logre ser completamente independiente, tanto en su movilidad como en su educación.

Agradecemos profundamente a la Secretaría de Bienestar Social y a todos los que hacen posible este apoyo. Gracias a ustedes, nuestra hija tiene una mejor calidad de vida y un futuro lleno de oportunidades”, expresan José y Jessica con profunda gratitud.

La historia de Bianqui es solo una de las más de 500 que el programa de la SBS atiende en Jutiapa, Jalapa y Santa Rosa. Cada niña, niño y adolescente que recibe apoyo, es un testimonio de resiliencia y esperanza. Como bien lo dice el profe Juan Carlos: “Nos motiva saber que nuestro trabajo transforma vidas y garantiza un mejor futuro para la niñez guatemalteca”.

Texto: Carolina Hernández
Fotografías: Eduardo Mendoza

Dejar respuesta