Una docena de computadoras portátiles podría parecer un número insignificante, pero el robo de estas tiene un gran impacto en la atención de niñas, niños y adolescentes que asisten a Casa Joven Peronia para acceder a educación y formación.
El robo ocurrió en la madrugada del lunes, 25 de marzo, cuando un grupo de hombres armados ingresaron a las instalaciones, y sustrajeron las 12 computadoras del laboratorio, donde abrieron un agujero en el techo para ingresar.
Encargados del programa relataron que en el video de las cámaras de seguridad se les observa cuando ingresan apuntando con un arma de fuego a sus alrededores.
“Cuando entraron, desconectaron la energía eléctrica para evitar que las cámaras siguieran grabando. Nosotros dejamos con doble llave las aulas y al no poder entrar por la puerta abrieron un hoyo en el techo y por ahí sacaron el equipo; solo dejaron las mochilas en las que se guardaban las computadoras”, explicaron.
Agentes de la Policía acudieron al llamado y también se presentaron representantes del Ministerio Público para recabar las pruebas con las que se comenzará la investigación. Sin embargo, las clases del taller de computación, que se recibían cada lunes y miércoles, no se volverán a impartir hasta nuevo aviso.
Ya lo habían intentado
La semana anterior, en la noche del 20 de marzo, por medio de las cámaras de seguridad se detectó a tres individuos que intentaron ingresar por uno de los muros de un residencial vecino; además fue encontrada una de las cámaras de seguridad cubierta con una bolsa de plástico.
Ante esta situación, la administración de Casa Joven Peronia interpuso una denuncia ante la Policía Nacional Civil, y por medio de un oficio solicitaron rondas de vigilancia en el sector.
Casa Joven Peronia presta servicio a 756 niñas, niños y adolescentes, además de sus padres, en atención psicosocial, educación extraescolar, así como capacitación técnica, Escuela para Padres y talleres como el de Creciendo con Amor.
Texto: Cecilia García
Fotografías: Secretaría de Bienestar Social