Reconstruir vidas por medio de la restitución de los derechos y una atención especializada e integral es lo que hace el equipo multidisciplinario que trabaja en el Departamento de Protección a la Niñez y Adolescencia Víctima de Violencia Sexual, ubicado en la ciudad de Quetzaltenango y administrado por la Secretaría de Bienestar Social –SBS-.
Al hogar ingresan niñas y adolescentes provenientes de todo el país. Sin embargo, este año los departamentos que encabezan el listado son Suchitepéquez con 49 casos, Escuintla con 24 e Izabal con 20. En total, hasta el 15 de agosto de este año, la población era de 136 menores de edad.
El trabajo en el departamento no para, pues brindan atención las 24 horas, los 365 días del año y debido a la naturaleza de los casos el área de trabajo es extensa, ya que a la residencia llegan niñas y adolescentes sin bebés, en estado de gestación y madres.
Mirna Vásquez, encargada del departamento, explicó que anteriormente era un hogar mixto con mezcla de perfiles. Sin embargo, desde 2015 atienden a niñas y adolescentes víctimas de violencia y abuso sexual comprendidas entre los 7 y 18 años referidas por orden de juez.
RUTA CRÍTICA
Con cada chica que llega al lugar se sigue una Ruta Crítica, que incluye la recolección de datos, evaluación médica inmediata y atención psicológica, social, jurídica y pedagógica. Se le asigna un lugar en el que pueda estar cómoda, se le da una charla de bienvenida, se le habla de las reglas de convivencia y se integra al grupo.
Al ingresar, las niñas y adolescentes tienen la oportunidad de continuar con sus estudios por medio del Programa Extraescolar de la SBS y del Comité Nacional de Alfabetización –CONALFA-. “Todas están inscritas legalmente, tenemos alumnas en primaria, básicos y diversificado y de ellas solo el 15% sale a estudiar a planteles privados, ya que en el centro tenemos capacidad para que se queden estudiando”, resaltó Vásquez.
ATENCIÓN PERMANENTE
De las niñas y adolescentes en estado de gestación se lleva un estricto control prenatal en el Hospital Regional de Occidente, debido a que todos los embarazos son considerados de alto riesgo y finalizan en cesárea para disminuir el peligro de la madre y el bebé.
“A ellas se les entrena y prepara para el momento del alumbramiento, también les damos cuidado post parto y se les orienta sobre la importancia de la lactancia materna, con lo que hemos tenido éxito”, dice la encargada.
Otro de los beneficios dentro del hogar, es el Programa de Estimulación Oportuna, un área inaugurada hace tres meses especialmente para que los bebés de los adolescentes desarrollen habilidades y destrezas de acuerdo a cada etapa.
“SIEMPRE ESTARÉ AGRADECIDA”
La historia de vida de cada una de las chicas que llega a la residencia no es fácil, las heridas toman tiempo para sanar. Sin embargo, el trabajo de todo el equipo se ve reflejado cuando a pesar de todos sus problemas, las niñas pueden sonreír y agradecer lo que tienen.
Así lo dice *Yessi, una chica de 17 años que llegó al hogar en mayo de este año y quien encontró en este lugar apoyo y comprensión. Ella tiene dos hijos, *Camila de 3 años años y *José de 10 meses.
Yessi cuenta que cuando entró, su nena no hablaba por un problema en el paladar, casi tres meses después la pequeña ya dice sus primeras palabras. José también iba estancado en su desarrollo, pero gracias a la estimulación que ha recibido ahora es vivaracho.
“Aquí me siento tranquila, relajada y apoyada. Ahora la comunicación con mis hijos es mejor. El día que me vaya siempre estaré agradecida porque he visto prosperar a mis niños”, dice Yessi, quien sueña con continuar sus estudios al salir del hogar y ser un buen ejemplo para sus pequeños.
*Nombre ficticio por seguridad
TEXTO: Carolina Hernández
FOTOGRAFÍAS: Walfred Osorio