Un abrazo, un baile, una caricia en el cabello y un “hija te quiero”, eso bastó para que padres e hijas terminaran el día con el corazón lleno de amor, en la celebración del Día del Padre, que se realizó con las internas del Centro Juvenil de Privación de Libertad para Mujeres -CEJUPLIM- Gorriones.

“Vamos a pedirle a cada papá y su hija que pasen al frente, es momento de comenzar los juegos que hemos preparado para esta tarde”, dijo una de las educadoras que se encargó de dirigir la actividad.

Jordania*, subdirectora de Gorriones, explicó que se aprovechó la visita dominical para realizar la convivencia y así fortalecer los vínculos familiares.

“El hecho de que ellas tengan una buena relación, especialmente con sus padres, nos ayuda mucho a que sus procesos se desarrollen de mejor manera y que también sepan que pueden aspirar a un mejor futuro”, expresó.

Después de poner a prueba las habilidades e incluso los talentos, René*, uno de los papás que participó, comentó que a pesar de que su hija se encuentra privada de libertad, ha visto cómo ha evolucionado y sabe que pronto podrán estar juntos de nuevo en casa.

Texto y fotografías: Cecilia García