El Benemérito Comité Pro-Ciegos y Sordos de Guatemala en conjunto con la Dirección de Primera Infancia de la Subsecretaría de Preservación de la Secretaría de Bienestar, se encuentran realizando tamizajes en los diversos Centros de Atención Integral -CAI-, con el objetivo de detectar de manera temprana cualquier deficiencia visual o auditiva en las niñas y niños que reciben atención en estos centros.
La detección temprana de problemas de visión y audición es
fundamental para garantizar un desarrollo óptimo en los más pequeños, ya que,
al identificar estas deficiencias a tiempo, se pueden implementar las
intervenciones necesarias para prevenir complicaciones futuras y asegurar que
las niñas y niños tengan las mismas oportunidades de aprendizaje y desarrollo.
“La capacitación fue bastante bonita y ahorita estamos acá en la zona 1 supervisando a los maestros para ver el resultado de la inducción que se recibió, y sí, aprendieron bastante porque ahorita estamos viendo algunos casos más a hipermetropía, entonces, porque sabemos muy bien que en tamizaje no podemos diagnosticar, solo podemos detectar para poder referir a los pacientes al hospital”. Martín Quib, Técnico en Salud Ocular.
Para llevar a cabo estos tamizajes de manera efectiva, el Comité capacitó al personal de los -CAI- en las técnicas adecuadas para la evaluación de la visión y la audición en niños pequeños. Esta capacitación ha sido esencial para garantizar que los tamizajes se realicen de manera confiable y que los resultados sean interpretados correctamente.
“Tuvimos la actividad en acompañamiento con el personal de Pro-Ciegos en la evaluación de niñas y niños, acá de -CAI- Colón, con lo que es vista y audición. Se realizaron diferentes exámenes con unas cartillas en donde los niños nos tenían que ir indicando de qué forma estaban cada figura que se les iba mostrando y también por medio de taparle sus ojitos para ver qué tanto era la agudeza visual que ellos tenían”, detalló la niñera Gilda Juárez tras realizar las evaluaciones.
Los resultados de los tamizajes fueron analizados por personal del CAI y un equipo de profesionales, quienes determinaron si era necesario realizar estudios complementarios o referir a la niña o niño a un especialista para recibir atención médica.
Texto y fotografías: Asael Díaz