En un evento lleno de emoción y agradecimiento, el personal del Centro de Educación Especial Álida España de Arana celebró la graduación de la “Promoción de Oro”, llamada así en honor a su 50 aniversario.
Durante medio siglo, el centro ha sido un faro de esperanza para niñas, niños y adolescentes con discapacidad intelectual, física, sensorial y auditiva, brindando apoyo a familias que buscan un espacio donde sus hijos puedan desarrollar sus habilidades y alcanzar su máximo potencial.
Uno de los momentos más conmovedores fue cuando José Ángel y su familia subieron al escenario. Su abuela, Edilma González, expresó emocionada: “Me siento agradecida con Dios y con esos ángeles que nos puso en la tierra a través de esta institución, porque mi vida cambió, ya no me sentí sola ni extraviada; tuve una orientación y un apoyo”.
La historia de José Ángel es una muestra de esfuerzo, apoyo familiar y perseverancia. Desde su ingreso, su evolución ha sido notable. “¿Cómo mejoró? Muchísimo. Los cambios no llegan solos; son fruto de la perseverancia y el apoyo,” comentó Edilma, agradeciendo a quienes han trabajado con su nieto a lo largo de los años.
En el escenario, José Ángel recibió el reconocimiento del personal del centro, quienes no solo ven en él a un graduado, sino una muestra de superación y amor. “Son un ejemplo de la Familia Álida España, donde las madres trabajan y los abuelos apoyan”, expresó una docente, destacando la importancia del respaldo familiar para el desarrollo y felicidad de las niñas y niños.
Otro acto especial fue cuando las madres y padres, obsequiaron un lote de togas para que futuras generaciones puedan usarlas. “Cuando mi hija ingresó al centro solo decía “mama “, “papa” y “pacha” y le temía a todo, por eso agradezco a este lugar porque ha sido de gran bendición,” afirmó con la voz entrecortada otra de las madres.
El Centro de Educación Especial Álida España de Arana es mucho más que una institución educativa; es un hogar, un refugio y un pilar para muchas familias. La graduación de la “Promoción de Oro” marca no solo una meta alcanzada, sino también años de dedicación, paciencia y amor de parte de profesionales y beneficiarios.
Texto: Carolina Hernández
Fotografías: Luis Sajché