Una de las formas en las que trabajan las Sedes Departamentales de la Secretaría de Bienestar Social es en el seguimiento de adolescentes en conflicto con la Ley Penal que cuentan con una medida socioeducativa, es decir, una sanción que no les priva de su libertad.

Esto se hace por medio de la elaboración de informe sobre el tratamiento de las y los adolescentes, así como los planes individuales y también proyectos de vida, por medio de los cuales también se les motiva a que alcancen metas y tengan mejores herramientas para su desarrollo personal, y así evitar que infrinjan la ley de nuevo.

Por esta razón, los equipos de las Sedes de Huehuetenango, San Marcos, Quiché, Suchitepéquez, Sololá; así como las sedes de Medidas Socioeducativas de Quetzaltenango y Coatepeque, participaron en un taller en el que se fortalecieron las capacidades relacionadas con la elaboración de los planes y proyectos, en el que se contó con apoyo del equipo del Juzgado de Control de Ejecución de Medidas que atiende la región.

“En la SBS creemos en el trabajo en equipo, y por eso invitamos a los equipos multidisciplinarios porque para nosotros es bien importante que trabajen como un solo equipo. Por eso, el Organismo Judicial nos está ayudando para brindar la capacitación, para que los profesionales hagan los procesos hagan los procesos como deben hacerse y recuerden cómo son las estructuras, para que beneficiemos a las y los adolescentes que atendemos”, explicó Beatriz Irias, de la Subsecretaría de Reinserción.  

El juez Carlos Rojas Hernández, del Juzgado que impartió el taller, señaló que para ellos, como parte del proceso de reinserción es fundamental contar con buenos informes y para ello, compartir las experiencias y buenas prácticas es una excelente oportunidad para fortalecer el vínculo laboral con los equipos de la Secretaría de Bienestar Social.

María Ixtabalán Lacán, trabajadora social, de la Sede Departamental de Sololá, fue una de las participantes que se unió a la jornada de diálogo y aprendizaje, y quien señaló que estos procesos de formación contribuyen al fortalecimiento del trabajo del equipo.

“Trabajamos directamente con los adolescentes, entonces contar con más herramientas, y aclarar dudas es esencial para que podamos mejorar los procesos que llevamos día a día”, puntualizó la profesional.

Texto y fotografías: Cecilia García

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