Desde cómo atender la caída de un diente, hasta cómo actuar en caso de desastres provocados por fenómenos naturales, el personal de los Centros de Atención Integral -CAI- sabe cómo proceder para preservar la seguridad de las niñas y niños atendidos en las 44 sedes a nivel nacional.
Cada uno de los CAI cuenta con un compendio de Protocolos de atención que ayudan al personal a actuar de una forma efectiva ante diferentes situaciones o emergencias, tales como golpes en la cabeza, contusiones, obstrucción en vías aéreas, atragantamiento, entre otros.
Además, cuentan con un Plan Escolar de Respuesta, ante eventos naturales como sismos, erupciones volcánicas, huracanes, tormentas tropicales, deslizamientos, e inundaciones; situaciones de riesgo como incendios o eventos sociales como manifestaciones o y hechos violentos.
Según lo dicho por Mirza Rodríguez, coordinadora del área técnica, el personal de los 44 CAI ha participado en la elaboración del Plan Escolar de Respuesta y ha sido capacitado en colaboración con distintas entidades tanto públicas como privadas.
De esta cuenta, las y los trabajadores han detectado las amenazas de riesgo internas y externas en torno al CAI, lo que les ha permitido marcar rutas de evacuación y puntos seguros para trasladar a las niñas y niños ante una emergencia.
Jeny Velásquez, psicóloga del departamento CAI, indicó que además de capacitaciones sobre primeros auxilios y uso de extintores, también han recibido formación sobre el manejo de emociones y trabajo en equipo para fortalecer las acciones.
Así actúan durante una emergencia
En el momento que se activa la alarma de emergencia, el personal realiza inmediatamente el ejercicio de evacuación y se activan los diferentes comités de riesgo. Cada uno realiza las acciones que les corresponde según su función, entre las cuales está la “evacuación de los niños y del personal”, “primeros auxilios”, que se encarga de llevar el botiquín en el momento de la evacuación; “Seguridad”, que vela porque la evacuación de los niños se realice de forma adecuada, asegurándose que todos los niños y el personal se dirijan a la zona segura; y la función de “apoyo emocional”, que se encarga de brindarle a las niñas y niños la estabilidad emocional tras lograr ubicarse en una zona segura.
Texto: Carolina Hernández
Fotografías: Subsecretaría de Preservación Familiar
