“Este momento es muy hermoso porque no me había visualizado así; ahora me veo siendo más de lo que soy ahora. Me siento imparable y sé que este no es el único logro que voy a alcanzar”.
La confianza de Ana* (nombre ficticio) es una de sus características más notables al charlar con ella. En su rostro hay seguridad, está atenta a la conversación y mientras habla hace notar que este es uno de los días que esperaba con emoción. Está a punto de presentar su seminario, uno de los pasos más importantes que todo graduando tiene antes de completar el diversificado.
Como ella, otras seis jóvenes del Centro Juvenil de Privación de Libertad para Mujeres – -CEJUPLIM- Gorriones también se preparaban para participar en este importante acto que marca el principio del fin de una etapa educativa.
“Hay momentos en que uno no quiere seguir, pero, ahora que estoy aquí me doy cuenta que el esfuerzo ha valido la pena. El de mi familia, el de mi maestra y por supuesto, el mío”, expresó Karla*, otra de las estudiantes.
La Prevención de la Violencia en Contextos Escolares fue el tema que las jóvenes investigaron y abordaron; uno que les permitió no solo conocer más a fondo la problemática, sino que también las hizo reflexionar y aprender para su futuro.
“El proceso de formación de ellas ha sido complicado, pues no es fácil tener disciplina, seguir reglas; y dentro de este proceso no solo se hizo la investigación del tema, sino que también se trabajaron aspectos personales como la exposición, la forma de hablar, de pararse frente al público y hoy vemos que ha sido un éxito”, expresó Ely* (nombre ficticio), maestra de las graduandas.
Las siete adolescentes y jóvenes aún continuarán con el cumplimiento de su sanción respectiva, sin embargo, mientras pase este periodo, tienen más metas que pretenden alcanzar y continuar su evolución para ser mujeres profesionales.
“Ya hice mis exámenes para la universidad y el próximo año voy a estudiar ciencias jurídicas y sociales. Me veo como una profesional y sé que lo puedo lograr”, aseguró Karla, con confianza.
Texto y fotografías: Cecilia García