Cinco años han transcurrido desde que la Unidad de Actualización del Modelo de Gestión Juvenil comenzó sus operaciones para la formación y capacitación del personal de la subsecretaría de Reinserción; de entonces, más de 2 mil 500 personas han pasado por sus aulas en los cursos organizados e impartidos en este lugar.

La Unidad nació como un complemento del Modelo de Gestión Juvenil, para especializar y profesionalizar al personal que labora en la Subsecretaría de Reinserción en temas de derechos humanos y trato digno, enfocados en la transformación.

La creación de la unidad también responde a la orden judicial, del 25 de octubre de 2016, del juzgado de Control de Ejecución de Medidas para Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal, en la que se mandata a la SBS a realizar las gestiones correspondientes para la “creación de una academia de reclutamiento y capacitación de monitores”.

Marleny Vásquez, encargada de la Unidad, explicó que en este centro se desarrollan tres diplomados con programas académicos que están acreditados por el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad de San Carlos de Guatemala -IDHUSAC- y el Instituto Nacional de Estrategias de Seguridad -INEES-.

Se trata entonces del diplomado en Seguridad y Custodia de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal en el Contexto de Régimen Progresivo y de Derechos Humanos; el diplomado en Seguridad y Especialización de Agentes de Vigilancia y Tratamiento Juvenil -VTJ-; y del diplomado para el tratamiento y seguridad de adolescentes en conflicto con la ley penal en el contexto del Modelo de Gestión Juvenil.

“Además de la formación de los aspirantes a Vigilantes de Tratamiento Juvenil, también nos encargamos de la capacitación para el proceso de acreditación de la Asociación Americana de Correccionales -ACA, por sus siglas en inglés-, misma que ya fue entregada a Casa Intermedia, y que próximamente recibirá el Centro Especializado de Reinserción -CER1- tras ganar su evaluación”, señaló Vásquez.

La Sección de Asuntos Antinarcóticos y de Aplicación de la Ley -INL, por sus siglas en inglés- fue clave para comenzar la labor educativa. Por medio de su apoyo, se realizó el remozamiento de las instalaciones con las que ya contaba la Secretaría de Bienestar Social, y entonces quedaron habilitadas áreas académicas, de atención personal, así como habitacional utilizadas, especialmente, en el proceso de formación de los aspirantes a VTJ.

“Para nosotros es de mucho orgullo mirar hacia atrás y darnos cuenta de que la Unidad ha logrado su fin, el de formar y capacitar, especialmente a quienes se encargan del tratamiento directo de los adolescentes en conflicto con la Ley Penal que se encuentran en los centros de privación de libertad, y así aplicar poco a poco el Modelo de Gestión Juvenil”, reflexionó Vásquez.

Texto: Cecilia García
Fotografías: Eduardo Mendoza y Archivo SBS