Un grupo de 11 jóvenes del programa de Medidas Socioeducativas, sede Quetzaltenango, se graduó de diferentes niveles educativos, con lo que alcanzan un nuevo logro en su camino hacia la reinserción social efectiva. Estos adolescentes se mantienen bajo una medida sustitutiva otorgada por un juzgado de menores, el cual ha decidido ofrecer libertad a cambio de un buen comportamiento y mantenerse activo en su educación o empleabilidad.
El programa de Medidas Socioeducativas de la Subsecretaría de Reinserción de la Secretaría de Bienestar Social, se encarga de supervisar que estos jóvenes cumplan con la corresponsabilidad establecida judicialmente.
Para las autoridades y personal administrativo y docente de la sede, este nuevo paso representa una muestra de que el cambio es posible si existe la actitud y el ánimo necesario para emprender cada día cosas nuevas. Asimismo, instaron a los jóvenes a continuar buscando metas y cumplir su sueño para ser cada día mejores ciudadanos.
“Yo los animo que sigan cumpliendo sus metas, sus sueños. Estos no se terminan, cuando uno cumple uno, surgen otros. También es bueno que reciban todo el apoyo que les ofrece su familia”, aseguró uno de los educadores del centro. Mientras que Teresa* (nombre ficticio), madre de uno de los graduandos, agradeció a la Secretaría de Bienestar Social por el esfuerzo que hacen para que los jóvenes cambien sus actitudes.
“Yo era un joven muy descarrilado. Pero cuando llegué a la SBS, aunque al principio fue difícil, pero luego con la ayuda de la psicóloga Silvia mi vida cambio. Estoy en una parte de mi vida que nunca imaginé. Hace cinco años, no me imaginaba que hoy estaría a punto de ir a la universidad”, comentó Diego* (nombre ficticio) uno de los nuevos bachilleres.
Mientras que otro de los graduandos, Carlos* (nombre ficticio) afirma que cada una de las y los profesionales de las distintas áreas de la sede Medidas Socioeducativas “me han dado un apoyo de diferentes maneras para mi vida y estoy muy agradecido con todos esas personas”.
Durante 2023, los equipos multidisciplinarios de la sede de Medidas Socioeducativas en Quetzaltenango atendió a 42 adolescentes y sus familias con diferentes actividades para reforzar los vínculos emocionales de los hogares, para evitar a toda costa que los jóvenes a quienes los jueces han decidido ofrecer una segunda oportunidad, no reincidan.
Texto: Fredy Portillo
Fotografías: Cecilia García