El Centro Juvenil de Privación de Libertad para Mujeres –CEJUPLIM- Gorriones realizó la clausura de siete internas de sexto primaria, 12 de tercero básico y una de bachillerato en ciencias y letras con orientación en productividad y emprendimiento.
Al acto asistieron autoridades de la Subsecretaría de Reinserción y Resocialización de Adolescentes en Conflicto con la Ley, Dirección de Centros, Defensa Pública Penal, equipo multidisciplinario de CEJUPLIM e invitados especiales.
Previo a la entrega de diplomas, ingresaron las alumnas abanderadas, se entonó el Himno Nacional y se recitó la Jura a la Bandera. También hubo presentaciones de danzas y declamación de poemas.
Las primeras en pasar a recibir su diploma fueron las adolescentes que culminaron la segunda etapa de primaria y de básicos. “Nosotros como centro esperamos que las jovencitas tengan día a día un crecimiento integral, en el cual todas su áreas den frutos para que puedan ser mejor cada día y por esa razón damos las gracias a todas las personas que apoyan y que hacen posible que ellas se sigan formando”, dijo Glenda Zamora, colaboradora de CEJUPLIM.
El momento más esperado fue la entrega del titulo de diversificado a la única graduanda de 2019, quien con su toga y birrete pasó al frente acompañada de su mamá y abuela. Las tres se fundieron en un abrazo y las lágrimas de emoción brotaron.
“Es un honor ver a *Valentina tan cambiada, felicidades por este logro, porque a pesar de estar privada de libertad Dios tiene un plan perfecto y le ha ayudado en las adversidades para que ahora sea toda una profesional”, expresó Flor Dolores, Directora de Centros.
Valentina, quien lleva casi dos años privada de libertad dijo sentirse muy feliz, porque nunca pensó en graduarse y aunque fue difícil, siempre contó con el apoyo de su mamá y del equipo multidisciplinario del centro. Durante los tres años que le quedan de sanción piensa en continuar sus estudios universitarios para salir como una profesional y ayudar a su familia.
“Durante el tiempo que he estado aquí he aprendido que la familia es la única que siempre está con uno y eso me ha hecho valorar a la mía. Agradezco todo el apoyo que la Secretaría me ha dado, porque cuando se está en las calles no se piensa en cumplir metas y aunque estar acá no es lo ideal, me ha ayudado a alcanzar logros que no pensaba en realizar”, manifestó Valentina.
*Rosario, madre de la joven, no pudo ocultar su emoción y la felicidad y expresó que le daba gracias a Dios por ver a su hija recibiendo su titulo. “A pesar de que está privada de libertad yo me siento muy orgullosa, porque ya no es la misma niña que entró aquí, ya cambió mucho su forma de ser, de expresarse, me he quedado muy sorprendida porque de ella ha nacido querer ser diferente”, contó.
El proceso no ha sido fácil para madre e hija y Rosario reconoce que ha tenido que aprender a aceptar la realidad, pues sabe que la comunicación falló en ambos sentidos. “Es bien doloroso, pero nada pasa por gusto, porque aunque esté privada de libertad yo puedo venir a verla y abrazarla, por eso estoy muy agradecida con la institución, porque no tienen ninguna obligación con nuestros hijos y sin embargo nos brindan una mano y nos dan la oportunidad de verlos triunfar”, agregó la madre.
*Nombres ficticios para resguardar la identidad
Texto: Carolina Hernández
Fotografía: Nadia Cabrera
