Con una mezcla de orgullo y emoción, nueve adolescentes del Centro Especializado en Reinserción -CER-1- celebraron la culminación de su Bachillerato en Ciencias y Letras con Orientación en Productividad y Emprendimiento. Este logro no solo marca el cierre de una etapa académica, sino también el inicio de nuevas posibilidades para su vida en libertad.
Entre los graduandos, *Eduardo, uno de los jóvenes que recibió su diploma, expresó convencido: “Me siento satisfecho al concluir esta primera etapa de mis estudios. Terminar el bachillerato es un paso importante, y ahora comenzaré la universidad. Agradezco a quienes me apoyaron durante este proceso, en especial a mi mamá porque aprendí nuevos valores y principios que me ayudarán a ser una mejor persona”.
La formación ofrecida en el CER-1 no se limita al ámbito académico. Además de adquirir conocimientos teóricos, los adolescentes desarrollan habilidades prácticas enfocadas en productividad, emprendimiento y valores esenciales para la vida cotidiana. Estas herramientas no solo preparan a los jóvenes para su reinserción en la sociedad, sino que también los capacitan para emprender proyectos y contribuir de manera positiva a sus comunidades.
Durante la ceremonia, los graduandos, vestidos con togas y birretes, recibieron sus diplomas entre aplausos y palabras de aliento de sus familias y el personal del CER-1. La ocasión simbolizó más que un éxito académico; fue un testimonio de perseverancia y transformación.
Este centro a cargo de la Secretaría de Bienestar Social, combina educación formal con formación práctica y personal, ofreciendo a los adolescentes herramientas para enfrentar los desafíos del mundo real, no solo con un título en papel sino con una oportunidad para construir un mejor futuro.
La graduación en CER-1 refleja el poder de la educación como motor de cambio. Cada diploma representa una historia de superación, resiliencia y nuevas oportunidades para quienes están decididos a transformar sus vidas.
Texto y Fotografías: Asael Díaz