El esfuerzo y la perseverancia del personal de la residencia de abrigo Zafiro II de la Secretaría de Bienestar Social -SBS- y el poder de difusión de las redes sociales lograron la identificación de la familia de una adolescente con discapacidad auditiva de quien no se conocían mayores datos sobre su lugar de residencia.
Fernanda, nombre adjudicado por el juez que llevó el caso, fue encontrada deambulando sin ninguna orientación en el parque de Rabinal, Baja Verapaz, en junio de 2023, de donde fue rescatada por la Policía Nacional Civil y la Procuraduría General de la Nación -PGN- y fue trasladada a la ciudad de Guatemala en donde su expediente fue presentado ante los juzgados correspondientes.
La decisión del juez fue institucionalizarla por lo que fue traslada a Zafiro II, en la ciudad capital. Aunque el perfil de Fernanda no era acorde a ese hogar, que se especializa en atender a jóvenes víctimas de maltrato infantil en todas sus formas, “los criterios de inclusión que se manejan la SBS permiten que la niña se quede bajo nuestro resguardo, pues no se le puede negar a ninguna adolescente la restitución de sus derechos”, explica Deysi Vásquez, Trabajadora Social de dicha residencia.
Desde ese momento, la labor del equipo del hogar fue el de ubicar a la familia de la adolescente, sin embargo, sus problemas auditivos no permitían una comunicación fluida, explica Vásquez, pues no podían entablar una conversación que las dirigiera a un lugar en concreto.
Gracias a los contactos con autoridades del Comité Prociegos y Sordos de Guatemala, se logró que la adolescente contará con una beca para que pudiera estudiar lenguaje de señas, con la esperanza de lograr una mejor comunicación. Sin embargo, esta tarea resultó difícil pues se identificó que Fernanda no hablaba español.
Sin embargo, adquirió ciertas habilidades para expresar con este lenguaje algunas palabras, lo cual permitió una mejor integración con el resto de niñas, comenta la Psicóloga, Telma Soto: “como todo adolescente, a veces no quería hacer tarea o se quejaba de que algunas compañeras la molestaban, pero nunca dio mayores problemas”, afirma.
Mientras tanto, el equipo continuaba con la búsqueda del recurso familiar sin mayores avances. Debido a que fue encontrada en Baja Verapaz, se le mostraban fotos de lugares y municipios aledaños, pero no reconocía ningún sitio, cuentan las profesionales.
Vásquez realizó alrededor de cinco viajes, los cuales duraban una semana completa cada uno en los cuales visitó distintos municipios de Alta y Baja Verapaz con la foto de la joven con la esperanza de encontrar a alguien que la conociera, pero los resultados siempre fueron nulos.
Un momento crítico llegó cuando, el Juez tuvo la intención de trasladarla a otra residencia que atiente a población con discapacidad en Quetzaltenango. En ese momento, la joven sumaba ochos meses en Zafiro II. “Ello hubiera significado un atraso en la búsqueda pues las nuevas psicólogas y trabajadoras sociales tendrían que empezar de cero”, comenta Vásquez, quien agrega que hicimos todo lo posible para que la mantuviera a su cargo.
Las redes entran en juego
Semanas después, el Juez ordenó que se realizara un video con las fotografías de la adolescente para que fuera compartido en todas las redes sociales. Fue en ese momento, que el poder de difusión de estas permitió que, en un momento cualquiera, mientras revisaba su celular, Zacarías Xol, presidente del Consejo Comunitario de Desarrollo -Cocode- de la aldea Palestina, del municipio de Panzós, Alta Verapaz, se topará con el material en donde se pedía que, si alguien conocía a Fernanda, se comunicara de inmediato con la PGN.
Xol contó que el caso de la adolescente desaparecida de la aldea era conocido y que incluso la PGN también realizaba una búsqueda de la joven, pero lamentablemente nunca existió un cruce de comunicación que permitiera establecer el paradero de la joven que se encontraba bajo el resguardo de la SBS.
Con esta información, Vásquez partió a la aldea Palestina en búsqueda de la familia. Lo primero que hizo fue buscar a Xol, quien no se encontraba en ese momento, pero le indicaron que un hermano de la adolescente estudiaba en la escuela local y fue quien finalmente la dirigió a la casa de Fernanda. Sin embargo, ningún familiar hablaba español por lo que fue necesario buscar a un intérprete.
A su regreso a la ciudad, la joven recibió la noticia. Soto recuerda cómo se iluminó el rostro de la joven cuando reconoció a su madre en la pantalla cuando se realizó una videollamada, en la que tanto la madre como Fernanda pedían la ansiada reunificación.
Justo para un día después el Juzgado de la localidad otorgó la audiencia para conocer el caso. El último inconveniente que debían sortear fue la escasa posibilidad que la familia de la adolescente tenía para trasladarse al juzgado. “Por ello, la SBS les ofreció el transporte de ida y vuelta desde la aldea Palestina hasta la cabecera de Baja Verapaz”, indica Vásquez.
En la audiencia, preliminarmente se solicitaba trasladar el caso a Alta Verapaz, sin embargo, el equipo de la SBS argumentó que eso solo extendería el sufrimiento de Fernanda y su familia y que no había motivo de peso para hacerlo. El profesional del Derecho admitió tales criterios y finalmente decidió que en ese momento la joven retornará a su hogar.
Fabiola González, directora de Zafiro II, comenta que se siente muy satisfecha de todo el trabajo y pasión del equipo que actuó en conjunto para lograr la reunificación. “Desde Deysi Vásquez, Trabajadora Social que nunca se rindió para encontrar a la familia; la Psicóloga, Telma Vásquez, siempre atenta a la contención emocional; José Bolvito, conductor de la Dirección de Servicios Generales, que siempre estuvo dispuesto a viajar por horas; y la Dirección de Comunicación Social que publicó de inmediato el video de la joven en las redes sociales, todos colaboraron para que esta niña pudiera abrazar nuevamente a su madre. Es una gran alegría”, subrayó.