Desarrollar habilidades técnicas también es una forma de darle alas a los sueños de las y los adolescentes que están en un proceso de reinserción, y eso lo tiene claro, Carmen* (nombre ficticio), quien, por medio de clases de cocina, ya construye las bases de su más grande anhelo: convertirse en chef.

Su historia es una de las que desarrollan en las aulas del Centro de Capacitación y Formación Integral -CCFI-, donde ella y más adolescentes en proceso de reinserción reciben clases de panadería, repostería, cocina y computación.

Aquí mismo, es donde cada año se realiza la Feria Gastronómica, que en esta ocasión llega a su cuarta edición. Esta es una forma de mostrar los resultados del aprendizaje ante maestras, educadores, directores de centros y otros profesionales que trabajan con los adolescentes en diferentes contextos dentro del proceso de reinserción, explicó Luz Guerra, directora del CCFI.

Las adolescentes del Centro Juvenil de Privación de Libertad para Mujeres -CEJUPLIM- Gorriones y los residentes del Centro Juvenil de Privación de Libertad para Varones -CEJUPLIV- Gaviotas, fueron los primeros en desarrollar las degustaciones con panes de especias, un postre de tres leches, así como pupusas y horchata.

“Yo me siento muy contenta de que nos fue bien en la cuarta Feria Gastronómica. Recibir clases aquí me ha ayudado a salir adelante, me distraigo más, pienso en otras cosas; y como la cocina es mi fortaleza, creo que podría convertirme en chef”, agregó la adolescente.

En el grupo de Gaviotas, Eddy* también ve en la cocina una fortaleza para su vida, no solo como una habilidad para desarrollar un negocio, sino como una que le servirá apara su propio crecimiento.

“Vengo desde que la jueza me puso en régimen semiabierto, sé que me va a ayudar, por eso vengo cada vez que me llaman para venir. Cuando salga ya sé que, si no me quieren dar trabajo, ya sé qué hacer para mantenerme”, agregó.

A opinión de la directora, la formación técnica les permite desarrollar habilidades y capacidades que les ayudan en su proceso de reinserción. “Al aprender tienen la seguridad de que cuando salgan ya cuentan con un diploma o certificación que los acredita para poder trabajar en las áreas en las que se han formado”.

En esta feria, como las anteriores, también participaron los adolescentes del Centro Especializado de Reinserción -CER 1-, así como los residentes de Casa Intermedia, quienes también compartieron su sazón y el talento que han desarrollado en el CCFI.

Texto: Cecilia García
Fotografías: Asael Díaz y Macdiel López/CCFI