Mientras se acerca el día de regresar con su familia, *Carlitos disfruta de las actividades diarias en el albergue del Nuevo Modelo de Atención, que además de tareas físicas, incluye las lúdicas. Junto a sus nuevos amigos, aprendió a elaborar un arbolito de Navidad con materiales de reciclaje.
Abigail Rodas, Operadora de Protección Infantil -OPI-, explicó que el objetivo de estas actividades es que los niños manifiesten sus emociones y la forma en que se sienten durante esta época. “Muchos dicen que extrañan a su familia. Les gusta pintar porque se expresan. Es una actividad psicoemocional”, explicó.
Los albergues Casa Nuestras Raíces brindan atención a niñez y adolescencia migrante no acompañada, retornada desde México y Estados Unidos. Carlos Quilo, encargado del lugar, indicó que semanalmente atienden a un promedio de 250 niñas, niños y adolescentes con este perfil.
“Los niños, niñas y adolescentes pasan en el albergue entre siete y diez días dependiendo de los casos. Tratamos de que no permanezcan más de ese tiempo para que haya espacio para quienes siguen llegando, pues tenemos dos vuelos por semana y dos recepciones terrestres”, indicó Quilo.