El puntaje de 100 es el reflejo de la excelencia y representa para el Centro Especializado de Reinserción -CER- 1 un avance crucial en el camino hacia la certificación por parte de la Asociación de Correccionales Americanas -ACA-, posicionándolo como candidato firme para convertirse en el segundo centro juvenil de privación de libertad en el país con esta acreditación internacional.
La exhaustiva revisión, llevada a cabo por dos auditores especializados de la ACA, se extendió durante tres días e incluyó una inspección minuciosa de las carpetas de protocolos y procedimientos en todas las áreas. Esta rigurosa evaluación ha demostrado que el CER 1 cumple con todos los estándares internacionales de calidad y gestión para la reinserción juvenil.
Este logro se suma al exitoso precedente establecido en Casa Intermedia -CI-, el primer centro juvenil también bajo la administración de la Secretaría de Bienestar Social -SBS- que logró esta importante certificación. CI ha sido fundamental en la implementación del Modelo de Gestión Juvenil, el cual ha sido clave en la transformación de los procesos de reinserción social de jóvenes en el país.
“Me siento complacida, feliz y agradecida por haber obtenido este puntaje que fue gracias a un arduo trabajo de casi un año cuando empezamos a trabajar con los equipos técnico y administrativo para cumplir con los 131 estándares que solicita la ACA”.
Odra Barrios, coordinadora del equipo técnico del CER 1, explicó que todos los procedimientos ya se llevaban a cabo. Sin embargo, no se documentaban, por ello en las últimas semanas previas a la auditoría se prepararon los expedientes de controles, además de que en cuestión de infraestructura también se cuidaron los detalles.
El momento más esperado
Tras el último recorrido por parte de Rodney Prioleau y Theresa Grenier, auditores de ACA, los nervios estuvieron a flor de piel. Todo el personal junto al grupo de adolescentes de apoyo fueron reunidos y ansiosos por saber el resultado escucharon atentamente.
Además, la ACA evalúa 92 normas que no son obligatorias, y para que sean aprobadas, deben obtener al menos 90 puntos. En el caso del CER 1, ocho de estas reglas no aplicaban, así que de las 84 restantes que sí debían cumplirse, se comprobó que todas se estaban implementando correctamente. Esto resultó en una calificación del 100%. ¡Una doble puntuación perfecta!
Y así entre la alegría y un mar de aplausos todo el equipo y adolescentes festejaron el momento, que fue sellado con la motivación de los auditores para continuar con el excelente trabajo que han desempeñado.
“El haber obtenido esta calificación perfecta implica compromiso para continuar con el cumplimiento de los estándares y creo que será fácil porque el personal está comprometido y se han dado cuenta que esto es bueno para el centro porque nos sirve para tener mayor seguridad y que se pueda dar a los adolescentes un trato digno apegado a los derechos humanos”, agregó coordinadora del equipo técnico.
El camino sigue
El proceso de certificación continúa con la etapa de entrevistas virtuales, que se llevará a cabo entre octubre y noviembre, donde las autoridades de la SBS presentarán y explicarán los resultados de la auditoría. La defensa final del proyecto está programada para enero, y con ello se espera la oficialización de la certificación del CER 1.
Obtener esta certificación garantizará que en el Centro se brinden servicios de la más alta calidad en la reinserción social de los jóvenes, ofreciendo verdaderas oportunidades no solo a los adolescentes, sino a toda Guatemala.
Este logro no sería posible sin el continuo apoyo de la Sección de Asuntos Antinarcóticos y de Aplicación de la Ley -INL-, cuyo financiamiento ha sido crucial para la implementación del Modelo de Gestión Juvenil y los cambios necesarios en el CER 1.
La Secretaría de Bienestar Social continúa escribiendo historia con cada paso hacia la mejora y la excelencia en materia de reinserción juvenil. Este es un claro reflejo del compromiso y la pasión de quienes trabajan incansablemente para construir un futuro mejor para Guatemala.
Texto: Carolina Hernández
Fotografías: Eduardo Mendoza
