*Flor dice que extraña hacer deporte al aire libre. Pero con el apoyo psicológico que ha recibido, comprende que quedarse dentro de la Residencia de Protección es lo más seguro para ella y sus compañeras, mientras dure la crisis por el Covid19.
Así como Flor, otras 820 niñas, niños y adolescentes, que están bajo el Sistema de Protección de la Secretaría de Bienestar Social, han tenido que cambiar sus hábitos y adaptarse a nuevas formas de aprendizaje y recreación.
El subsecretario de Protección, Carlos Gómez, dice que la crisis los ha obligado a innovar el Nuevo Modelo de Protección, acoplándose a las condiciones y características de los espacios dentro de las residencias.
“Les ha afectado no salir, porque afuera tenían actividades educativas, culturales y deportivas, pero hemos desarrollado una metodología que les permite hacer estas mismas cosas dentro de las casas y que el Nuevo Modelo de Protección siga funcionando”, dice Gómez.
Además, todo el equipo multidisciplinario tiene un plan de trabajo encaminado a explicarles todo lo que sucede alrededor de la residencia, para mantenerlos informados y han implementado herramientas para que los NNA sigan comunicados con sus familiares y reducir su estrés y angustia.