Los berrinches son una parte natural del desarrollo emocional de los niños, pero pueden ser un desafío para los padres y cuidadores. Desde la Secretaría de Bienestar Social, promovemos la crianza asertiva y el manejo de emociones como pilares para construir relaciones familiares saludables. En esta nota, te compartimos estrategias prácticas para manejar berrinches sin perder la calma y fomentar la regulación emocional en los más pequeños.

Estrategias para manejar berrinches de forma asertiva:
Mantén la calma y respira:
Los niños aprenden a regular sus emociones observando a los adultos. Si mantienes la calma, les enseñas a manejar su frustración de manera adecuada.
Respira profundamente antes de actuar y recuerda que el berrinche es una forma de comunicación, no un ataque personal.
Valida sus emociones:
Frases como “Entiendo que estés enojado” o “Veo que esto te frustra” ayudan a que el niño se sienta escuchado y comprendido.
La validación emocional es una herramienta clave para fomentar la confianza y el autocontrol.
Establece límites claros y consistentes:
Es importante ser firme pero amoroso. Por ejemplo: “Entiendo que quieras seguir jugando, pero ahora es hora de bañarse”.
La consistencia en los límites brinda seguridad y estructura a los niños.
Ofrece alternativas:
En lugar de decir “no” directamente, propón opciones: “No podemos comer dulces ahora, pero puedes elegir entre una manzana o una pera”.
Esto les da un sentido de control y reduce la frustración.
Practica la paciencia y el autocuidado:
Manejar berrinches puede ser agotador. Recuerda que cuidar de tu bienestar emocional es esencial para poder acompañar a tus hijos de manera efectiva.

Manejar berrinches de forma asertiva no solo ayuda a los niños a desarrollar habilidades emocionales, sino que también fortalece el vínculo familiar. La SBS, a través de sus programas de fortalecimiento familiar, ofrece orientación a cuidadores sobre disciplina positiva y regulación emocional. Promover la crianza con respeto es clave para el bienestar de la niñez.