Ser mamá o papá no es una tarea fácil, pero sí hay estrategias que pueden hacer el camino más llevadero y efectivo. Una de ellas es la crianza asertiva, un enfoque que equilibra la firmeza con la empatía. Se trata de establecer reglas claras sin perder la conexión con los hijos, fomentando el respeto mutuo y enseñando con el ejemplo.
A diferencia de la crianza autoritaria, que impone normas sin considerar las emociones de las niñas y los niños; o la permisiva, que evita poner límites, la crianza asertiva busca un punto medio. Aquí, las normas no son una lista de órdenes inquebrantables, sino acuerdos comprensibles que ayudan a los chicos a sentirse seguros y valorados.
¿El resultado? Niñas y niños que desarrollan habilidades sociales y emocionales más fuertes. Al sentirse escuchados y respetados, crecen con mayor confianza en sí mismos y aprenden a expresar sus emociones de manera sana. Además, cuando los límites se establecen con amor y coherencia, es más fácil que las chicas y los chicos los sigan sin necesidad de castigos ni gritos.
¿Cómo poner en práctica la crianza asertiva?
Reglas claras y coherentes
Explica a tus hijos qué se espera de ellos y por qué. Las normas deben ser comprensibles y realistas.
Escucha activa
Dale importancia a lo que tus hijos dicen. Hazles preguntas, valida sus emociones y evita interrumpirlos.
Comunicación respetuosa
Habla con calma, sin gritos ni etiquetas negativas. Un "Entiendo que estés molesto, pero no podemos gritar" funciona mejor que un "¡Dejá de hacer berrinche!".
Fomenta la autonomía
Permite que tomen decisiones acordes a su edad y enfrenten las consecuencias naturales de sus acciones. Así aprenderán a resolver problemas por sí mismos.
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Desde la Secretaría de Bienestar Social (SBS) promovemos una crianza basada en el respeto y el amor, brindando herramientas para fortalecer el desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes.
Criar desde la asertividad no significa que todo será color de rosa, pero sí que el vínculo con tus hijos será más fuerte y que juntos podrán enfrentar cualquier desafío. ¡Con amor, paciencia y respeto, la crianza se convierte en una experiencia transformadora para toda la familia!