Cuando se habla de adolescentes que viven en hogares de protección, muchas personas suelen creer que están privados de libertad, lo cual no es así. Por ello, es importante conocer las diferencias clave entre “Hogar de Protección y Abrigo” y “Centro Juvenil de Privación de Libertad”, ambos lugares forman parte de los programas de la Secretaría de Bienestar Social -SBS-. 

Lo primero que hay que aclarar es que los hogares son gestionados por la Subsecretaría de Protección y Acogimiento a la Niñez y Adolescencia; estos son espacios de cuidado y apoyo donde se brinda un ambiente seguro a niñas, niños y adolescentes que han sido separados de sus familias por diversas razones como situaciones de abuso, negligencia o crisis familiares, entre otras. 

Mientras que los Centros Juveniles de Privación de Libertad están bajo la administración de la Subsecretaría de Reinserción y Resocialización de Adolescentes en Conflicto con la Ley Penal. Estos son sitios donde se cumple una medida correctiva ordenada por un juez de Niñez y Adolescencia para aquellos adolescentes que han cometido faltas y son sancionados. 

En la SBS existen 20 hogares de protección y abrigo,en donde se brinda atención especializada a niñas, niños y adolescentes que han sido vulnerados en sus derechos. Su estancia en estas casas también es ordenada por un juez.
La SBS tiene a su cargo cinco centros juveniles de privación de Libertad, siendo estos Casa Intermedia, CER 1, Gaviotas, Etapa y Gorriones. Próximamente también el Centro Especializado de Reinserción -CER-.

Atención en un hogar de protección

En ambos casos, la SBS garantiza un trato digno, con respeto, y la restitución de los derechos de las niñas, niños y adolescentes que llegan a los diferentes programas de Protección y Reinserción, en los que existen equipos de profesionales que se encargan de proporcionar atención y por qué no decirlo, cuidado afectuoso.

En el caso de los hogares, la Secretaría proporciona espacios -inmuebles- donde se garantiza la seguridad física y emocional de la niñez y adolescencia; además de ofrecer un entorno en donde las niñas, niños y adolescentes puedan recuperarse y recibir atención psicológica, pedagógica y de trabajo social, mientras se trabaja para que puedan regresar con sus familias o se buscan alternativas de cuidado como las Familias de Acogimiento Temporal. 

Todo esto es complementado con actividades recreativas, alimentación, vestuario, capacitación técnica y formación educativa, entre otros, en un ambiente que promueve el bienestar y el desarrollo personal de cada niña, niño y adolescente. 

Es la cifra de niñas, niños y adolescentes en los hogares de protección y abrigo, hasta el 10 de octubre de 2024
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Tratamiento en un Centro Juvenil de Privación de Libertad

En la SBS se emplea el Modelo de Gestión Juvenil, que progresivamente se ha implementado en los cinco centros que existen, y que tiene como objetivo una reinserción social exitosa de las y los adolescentes y jóvenes que han sido sancionados.

El Modelo se basa en principios como el trato fundamentado en el respeto de la dignidad, derechos y deberes de los adolescentes, el cero ocio, así como la participación comunitaria, tratamiento multidisciplinario individualizado y diseñado para ellos y ellas, además del tratamiento productivo y la mejora continua.

En estos centros las y los adolescentes tienen acceso a atención profesional de psicólogos, pedagogos, trabajadoras sociales y formación técnica y laboral, para que cuando regresen a la sociedad, cuenten con herramientas que los ayuden a ganarse la vida de una forma digna.

Es importante destacar que Guatemala es el primer país de la región que cuenta con la Certificación Internacional ACA, otorgada a Casa Intermedia, un centro modelo que funciona bajo un conjunto de estándares que garantizan un trato que respeta los derechos humanos de los internos y un proceso de reinserción efectivo.

Contar con esta acreditación, no solo significa el cumplimiento de estándares de derechos humanos, sino la garantía de que el Modelo de Gestión Juvenil se cumpla en el el centro. 

Es la cantidad de adolescentes y jóvene en los cinco centros juveniles de privación de libertad, hasta el 10 de octubre de 2024
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Conclusiones claras

En resumen, la principal diferencia radica en el propósito y el contexto de cada programa. Mientras que los hogares de protección y abrigo buscan ofrecer un refugio y apoyo a menores de edad en situaciones vulnerables, los centros juveniles de privación de libertad se centran en la reinserción de adolescentes y jóvenes que han cometido faltas.

Cada programa, ya sea de Protección o de Reinserción cuenta con grandes retos para mejorar la forma en que funcionan y para brindar mejores y más servicios a la niñez y adolescencia que más lo necesita, por ello es importante que todas las personas, en la sociedad, entiendan su funcionamiento en beneficio del desarrollo integral de las niñas, niños y adolescentes usuarios de los programas. 

Texto: Carolina Hernández
Fotografías: Archivo SBS