En el marco del Día Mundial de la Alimentación, los Centros de Atención Integral (CAI) de la Secretaría de Bienestar Social se destacan por sus esfuerzos para asegurar una alimentación adecuada y de calidad para niñas y niños desde los 8 meses hasta los 12 años. 

Los CAI, que funcionan bajo el enfoque de cuidado cariñoso y sensible, consideran la nutrición como un pilar fundamental para el desarrollo infantil. De acuerdo con la nutricionista del Departamento CAI, Margarita Coc, la atención nutricional se personaliza según las necesidades de cada niña y niño, garantizando que reciban una alimentación completa, suficiente y adecuada a su etapa de crecimiento. 

La profesional indicó que la planificación de los menús se basa en criterios estrictos de calidad, relevancia y seguridad alimentaria, tomando en cuenta la realidad local y cultural del país. Así, los 44 centros que forman parte del programa aseguran que todos los días las niñas y niños reciban la misma calidad alimentaria, independientemente de su ubicación. Menús como filete de pescado, pepián, y refacciones culturales como plátanos en gloria y mole, son parte de las comidas preparadas con esmero y supervisión constante.

El protocolo de manejo adecuado de los alimentos incluye la capacitación constante del personal involucrado en la preparación y servicio, tales como cocineras, educadoras y otros colaboradores. Esta formación busca fortalecer la calidad del servicio a través del acompañamiento técnico y supervisión en los momentos de alimentación. Además, se promueve la autonomía de los niños, invitándolos a explorar una variedad de alimentos a los que, en muchos casos, no tienen acceso en sus hogares.

Además de la primera infancia, en los CAI también funciona el programa Repredec, que atiende a niñas y niños de 7 a 12 años dando tutorías escolares y alimentación nutritiva al salir de sus jornadas de estudio.

Vigilancia nutricional y monitoreo

Otro aspecto clave del servicio alimentario en los CAI es la vigilancia nutricional. La nutricionista aseguró que cada trimestre, se realiza un monitoreo del crecimiento de los menores, lo que permite llevar un control detallado de su estado de salud. En caso de detectar signos de desnutrición aguda o crónica, se activa una ruta de derivación para que el niño sea evaluado en un centro de salud cercano. Este proceso, coordinado por la profesional  y la dirección del centro, permite que los casos sean atendidos de manera inmediata y eficaz.

Un ciclo de menú culturalmente pertinente

El ciclo de menú implementado en los CAI consta de tres semanas y está diseñado para ser culturalmente pertinente, utilizando alimentos que están disponibles localmente. Este enfoque asegura no solo una alimentación equilibrada, sino también que los niños experimenten la diversidad de la gastronomía del país. Además, se fomenta la participación activa de los menores de edad durante las comidas, promoviendo hábitos alimenticios saludables y el desarrollo de habilidades autónomas.

Con estas acciones, la SBS reafirma su compromiso de ofrecer una atención integral y de calidad a los niños y niñas en sus primeros años, garantizando que la alimentación que reciben en los CAI no solo nutra su cuerpo, sino también sus oportunidades de crecimiento y desarrollo. 

Texto: Carolina Hernández
Fotografías: Archivo SBS

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