Respira. Al leer esto abre tu corazón y usa tu imaginación.
Tu abuelita preparó una mochila con ropa, unos papeles, algo de comer y te dijo que en una bolsita va algo de dinero. No entiendes qué es lo que está pasando, solo sabes que en unos días volverás a vivir con tus papás, pero ahora en Estados unidos.
Te fuiste con unos adultos que llevaban más personas que van a viajar. Se subieron a un bus, a un carro, caminaron y entonces todos empezaron a tener miedo. No tenías a quién darle la mano, ni preguntar qué pasaba.
Llegó la policía y revisaron a todos. Preguntaron de dónde eres, quienes son tus papás, a dónde vas, quién te mandó. Qué difícil es responder, porque los nervios y el miedo te dominan. Nunca habías visto algo como esto.
Vuelves a sentir miedo, pero esta vez es menos. Ya estás en un albergue y has escuchado que a ti y a todas las personas que están en ese lugar los van a regresar a Guatemala, que el viaje de regreso será tardado hasta la frontera.
Respira. ¿Qué sentiste? ¿Miedo? ¿Incertidumbre? ¿Preocupación?
Si tus respuestas fueron afirmativas, imagínate lo que sienten y enfrentan las niñas, niños y adolescentes migrantes no acompañados. Un proceso difícil de enfrentar y en el que la Secretaría de Bienestar Social -SBS- les acompaña cuando son retornados al país.
¿Cómo los atendemos?
La atención de las niñas, niños y adolescentes migrantes no acompañados que ingresan por la frontera terrestre con México, se realiza de la siguiente manera: son recibidos por los Operadores de Protección Infantil -OPI-, tanto de la SBS como de otras instituciones como la Procuraduría General de la Nación -PGN- y el Instituto Guatemalteco de Migración -IGM-.
El personal de Casa Nuestras Raíces Quetzaltenango es el encargado de recibirlos y darles acompañamiento luego de hacer los trámites que se requieren para registrar su ingreso. Es entonces cuando se trasladan hasta el albergue ubicado en Quetzaltenango.
Ya en Xela, comienza la bienvenida, hay calidez en los saludos y se percibe el aroma de comida, uno que les resulta familiar para que se sientan en casa y alivien una parte de las emociones que vivieron en el tránsito migratorio.
La estadía en el albergue de Casa Nuestras Raíces es temporal, pues la prioridad es que las niñas, niños y adolescentes vuelvan con sus familias por medio del proceso de reunificación familiar. Se busca que este proceso no tarde más de 72 horas y durante este tiempo están bajo resguardo de la Familia SBS.
Mientras se encuentran en el albergue se preparan actividades lúdicas y educativas, con las que no solo se busca entretener, sino educar y también procesar las emociones que cada una de las niñas, niños y adolescentes tiene luego de pasar por el proceso de retorno.
Casa Nuestras Raíces Quetzaltenango ha cumplido esta labor desde hace 11 años, brindando un sitio seguro para esperar a sus familiares y aliviar el corazón de quienes pasaron por situaciones difíciles en el intento de migrar de forma irregular.
Texto: Cecilia García
Fotos: Archivo SBS
