Este martes el albergue Casa Nuestras Raíces Guatemala recibió una conducción de 79 adolescentes migrantes no acompañados, quienes retornaron por vía aérea a Guatemala, de los cuales 15 fueron reunificados el mismo día de su ingreso y un aproximado de 32 más regresaron con sus familias en menos de 24 horas, lo que se traduce en un trabajo rápido y eficaz por parte de los equipos multidisciplinarios con el fin de restituir los derechos de la niñez y adolescencia migrante no acompañada. 

De acuerdo con Jenny Lemus, encargada del albergue, administrado por la Secretaría de Bienestar Social -SBS- por medio de la Subsecretaría de Protección, en su mayoría los adolescentes retornados provienen de Huehuetenango y Quiché. Durante su ingreso, cada uno recibió atención personalizada que incluye alimentación, un espacio seguro para dormir y, sobre todo, un ambiente que promueve la reunificación con sus familiares de la manera más rápida y humanitaria posible.

“Es conmovedor ver cómo los menores de edad, muchos de ellos llenos de incertidumbre, pueden reunirse con sus familias tras la dura experiencia migratoria. En menos de 24 horas, hemos logrado reunificar a más de la mitad de los adolescentes con sus familias”, resaltó Lemus, recordando la emotiva llegada de padres que, entre lágrimas y abrazos, se reencontraron con sus hijas e hijos.

El proceso de reunificación y cuidado en Casa Nuestras Raíces Guatemala se lleva a cabo con los equipos multidisciplinarios, que incluye profesionales de psicología y trabajo social. Estos especialistas evalúan las condiciones de los menores y coordinan con la Procuraduría General de la Nación -PGN- para garantizar que se cumplan todos los procedimientos de protección. Además, la presencia de la Cruz Roja Guatemalteca asegura el acceso a servicios médicos y actividades lúdicas, mientras los menores esperan la llegada de sus familias.

Casa Nuestras Raíces Guatemala cuenta con la capacidad para albergar a 100 niñas, niños y adolescentes, manteniendo una meta de reunificación en un máximo de 72 horas. Para la SBS cada día representa una oportunidad para proteger y brindar acompañamiento integral a los menores retornados, muchos de los cuales desconocen su situación migratoria hasta llegar al albergue. Esta labor también incluye charlas de sensibilización sobre los riesgos de la migración irregular y la importancia de un proceso seguro y regular, acompañado por adultos.

Testimonios como el de *Jared, un chico hondureño de 16 años, resalta la calidez y profesionalismo del equipo de Casa Nuestras Raíces Guatemala. “Aquí tengo un lugar seguro donde dormir, atención médica y puedo comunicarme con mi familia. Siempre están atentos a nosotros,” expresó Jared, agradeciendo a la SBS por la oportunidad de un trato digno en un momento tan complicado de su vida.

Durante los meses de diciembre y enero, Casa Nuestras Raíces suele recibir un aumento significativo en las conducciones de menores migrantes no acompañados retornados. Aunque este incremento ha comenzado a evidenciarse desde noviembre, el albergue se encuentra completamente preparado para atender a cada niña, niño y adolescente con personal capacitado para brindarles atención integral.

*Nombre ficticio para proteger la identidad del adolescente

Texto: Carolina Hernández
Fotografías: Luis Sajché

Dejar respuesta