Comenzó a sonar Un Vals para Mi madre, entonces Iván*, Alfredo* y Sergio* se levantaron de su asiento para avanzar al escenario y entonces, dar los primeros pasos. Las mamás que estaban entre el público aplaudieron, y los tres jóvenes se acercaron para sacarlas a bailar sin que lo esperaran.

Algunas son madres de los adolescentes que cumplen su sanción en el Centro Juvenil de Privación de Libertad para Varones -CEJUPLIV- Gaviotas, mientras que otras mamás son educadoras, psicólogas y trabajadoras sociales del centro, quienes trabajan muy de cerca con ellos y quienes también tienen una gran influencia en su rehabilitación.

Esta es parte de la celebración del Día de la Madre, en la que los adolescentes se organizaron para presentar bailes, canciones, poemas e incluso dramatizaciones para honrar a sus invitadas especiales.

“Quisimos hacer una actividad diferente, una especie de show de talentos para que cada uno pudiera salir de su zona de comodidad y que también tengan espacios de expresión”, afirmó Celeste*, una de las maestras que trabaja con los adolescentes que ya cursan el nivel universitario.

El festejo terminó con pastel, abrazos y la recomendación de una mamá a su hijo: “pórtate bien, hijito, ya no falta mucho tiempo”.

Texto: Cecilia García
Fotografía: Luis Sajché