Karen*, Melissa*, René* y Benjamín*, cuatro jóvenes de la Dirección de Prevención Terciaria, tuvieron una experiencia llena de aprendizaje y reflexión, que contribuirá a las mejoras que hacen en su vida en el proceso de reinserción.

Los cuatro participaron en una sesión de coaching con caballos, una técnica que, por medio de la guía de un instructor, facilita el autoanálisis y el equilibrio de las emociones, además de comprender las interacciones sociales, así como la comunicación.

La directora de Prevención Terciaria, Anabella Guzmán, explicó que los participantes son jóvenes que infringieron la ley y que ya cumplieron la sanción que se les impuso, y ahora se encuentran en el proceso de reinserción, especialmente de retomar sus estudios y acceder a un empleo.

“Al participar en el coaching con caballos, ellos van a mejorar su sensibilidad, la proyección social y especialmente la comunicación con las demás personas. Entonces, este aprendizaje les ayudará a que mejoren sus capacidades de relacionamiento y comunicación con sus pares en las áreas laborales, y también las áreas familiar y social”, agregó.

Al comenzar la jornada, los cuatro jóvenes se mostraban temerosos y a la expectativa, pues esta es la primera vez que tenían contacto directo con caballos. Sin embargo, al avanzar en los ejercicios de reflexión y autoanálisis, su seguridad y confianza se hicieron evidentes.

“Los caballos no juzgan, no dan opiniones, y simplemente van a reaccionar a cómo se encuentran ustedes, cómo actúan. Por eso es importante, que cada uno demuestre claridad de intención, seguridad y autenticidad. Si el caballo percibe una incongruencia no se sentirá seguro y evitará la interacción”, explicó la instructora al grupo.

René*, uno de los participantes, comentó que al salir del centro donde cumplió su sanción, la resocialización no ha sido fácil e incluso volver a confiar en las personas ha sido un reto; una misma situación que comparten sus compañeros.

“Tratemos la manera de no ser solitarios, porque eso hace daño. Hay que aprender a confiar de nuevo, tal vez no en todas las personas, pero sí poco a poco y con mucha seguridad. Tener la disponibilidad de interactuar con otras personas nos puede sorprender y podemos encontrar nuevas y buenas amistades”, señaló René al final del taller, y luego de reflexionar sobre su futuro.  

Texto: Cecilia García
Fotografías: Asael Díaz

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