“Cuando las personas logran y alcanzan un propósito, toda la familia se siente orgullosa y contenta, pero cuando personas con características tan particulares como las que tienen sus hijos lo logran, creo que es un gozo aún mayor”.
Con estas palabras, Nadja Sarti, jefa del Departamento de Discapacidad de la Subsecretaría de Preservación, felicitó a las y los alumnos del Centro de Capacitación Ocupacional -CCO- por su graduación como ayudantes de cocina, panadería y conserjería, además de la certificación que recibieron del Intecap, donde también realizaron pasantías.
“Estamos felices porque graduamos a 17 adolescentes y de ellos, 11 fueron certificados por el Intecap como ayudantes de panadería y de cocina. Para nosotros es una satisfacción ver que han alcanzado las competencias necesarias para obtener su diploma y que están listos para dar a conocer sus habilidades”, expresó la directora del CCO, Emirza Barrera.
Independencia para una vida feliz
El Centro de Capacitación Ocupacional se encarga brindar conocimientos técnicos a adolescentes con discapacidad intelectual leve con el fin de que cuenten con competencias que les permitan incursionar en el campo laboral e incluso en el emprendimiento.
“Yo me gradué del taller de panadería. La verdad se siente bien bonito cumplir tus sueños y metas por las que te has esforzado. Me gustó todo lo que aprendí y en los próximos años quiero aprender otras cosas como a cortar pelo, por ejemplo”, señaló Edwin Vásquez, uno de los graduados del centro.
Edwin Vásquez y Oralia Bámaca, padres del adolescente, se fundieron en un abrazo con su hijo, pues no fue una simple graduación, sino la muestra de cómo las metas se alcanzan con voluntad.
“He visto cómo se ha desarrollado, se desenvuelve en varios oficios. Siento mucho agradecimiento a Dios y también con el centro porque no solo ha sido sobresaliente, sino que ha alcanzado bastante independencia”, reflexionó Oralia, la orgullosa mamá.
Texto y fotografías: Cecilia García