*Sandy nunca había usado una máquina de coser. Ahora es capaz, no solo de elaborar mascarillas convencionales, sino también mascarillas inclusivas. Estas últimas tienen un mayor grado de dificultad para su confección, debido a las piezas adicionales que deben añadirse.
Ella es una de las 40 jóvenes que ha trabajado en el taller de costura de CEJUPLIM Gorriones, en donde se han producido alrededor de 135 mil de estos accesorios de protección durante la pandemia por COVID-19.
La adolescente dice que hacer este trabajo “es una forma muy bonita de ayudar y apoyar a otras personas que lo necesitan”. Cuenta que en el centro les preguntaron si querían aprender a confeccionar y aunque ella no sabía nada de costura, sí tenía toda la voluntad y actitud para aprender este nuevo oficio, así que de inmediato aceptó y desde entonces ha mejorado sus técnicas para coser. “Nos explicaron todo el procedimiento y poco a poco fuimos aprendiendo”, dice.
“Es una experiencia muy buena porque también me ayudará a obtener un trabajo digno cuando salga”, expresa *Sandy, quien con mucho orgullo cuenta que ha llegado a elaborar hasta 120 mascarillas convencionales en un día, mientras que de las inclusivas 40, debido a lo complejo del procedimiento. Ella sabe que con su trabajo ha beneficiado a personas de escasos recursos, a los damnificados por las tormentas Eta e Iota, así como a personal de instituciones públicas.
La Familia SBS agradece al presidente Alejandro Giammattei por la gestión con el Sector Eléctrico, que hizo posible instalar cinco talleres de costura en igual número de Centros Juveniles de Privación de Libertad. Ello ha permitido que las y los adolescentes en proceso de reinserción hayan elaborado ya, 645 mil mascarillas y la meta para fin de año será llegar al millón para seguir beneficiando a las y los guatemaltecos que más lo necesiten.