El Acogimiento Familiar Temporal -AFT- es uno de los programas de la Secretaría de Bienestar Social -SBS- en el que se brinda protección y abrigo a menores de edad, especialmente a los que pasan por un proceso en el que los jueces de Niñez y Adolescencia deciden lo mejor para su bienestar.
Para que este funcione hay familias voluntarias que abren las puertas de su hogar para recibirlos y darles todo lo necesario mientras dure la estancia de las niñas y niños en su casa, y así evitar la institucionalización. Una de ellas es la de Juana Flores y Mario Chávez quienes forman parte del programa.
“Nosotros tenemos experiencia en el cuidado de niños y niñas por diversas situaciones que hemos vivido, por eso nos interesó participar, pero lo único cercano que conocíamos eran las casas hogares. Vimos un anuncio en redes sociales y decidimos llamar”, comentó Juana Flores, una de las madres de AFT.
Los esposos decidieron buscar más información, pasaron por un proceso de evaluación y capacitación, para después recibir a niñas y niños en su hogar. Así es como desde 2020, la familia comenzó a vivir diferentes experiencias y a acumular recuerdos.
“Cuando mi esposa me dijo no fue difícil tomar la decisión. Nosotros ya trabajábamos en una organización de derechos humanos y niñez, por eso sabíamos de la necesidad de ayudar. Me sentí encantado de poder cambiarle la vida a los niños y niñas, aunque sea por un momento”, apuntó Chávez.
Cariño que perdura por siempre
Desde 2020, la pareja comenzó a recibir infantes para darles su amor y protección, durante este tiempo han tenido varias experiencias, de las que ambos expresan que han aprendido mucho, y valoran cada uno de los momentos compartidos con las niñas y niños.
“Las experiencias son muchas, pero lo que deja marca es saber los cambios que tienen los niños cuando llegan a casa y ver cómo son diferentes una semana o dos meses después”, comentó Flores.
Actualmente la familia está a cargo de Celeste* y Angélica*, dos pequeñas hermanas que se han visto en la necesidad de estar bajo protección y abrigo de la SBS. Ambas han permanecido con los Chávez Flores por más de dos años, tiempo en el que han sido cuidadas como hijas de la familia.
“Tenemos claro que esto solo es temporal, pero las hemos recibido como propias; ellas son nuestras hijas hasta que deban partir y así como le escribí a una de las niñas que ya entregamos, nosotros seremos para siempre sus papás”, indicó el papá de la familia.