Después de permanecer durante un año con una Familia de Acogimiento Temporal, *Alicia fue reintegrada con sus nuevos padres adoptivos. Desde el día de su rescate, nunca estuvo en un hogar de abrigo y sus derechos fueron restituidos de inmediato. Esta es su historia de éxito:
Como todos los días, *Juan iba en su motocicleta, esta vez su ruta era en carretera al Atlántico, iba a una velocidad moderada, no tenía prisa. ¡Esperen! Algo llamó su atención, ¿Será posible?, se preguntó. Se estacionó a la orilla de la carretera y avanzó un par de pasos, no podía creer lo que estaba viendo.
Una diminuta nariz y unos dedos igual de pequeños se asomaban de entre unos pedazos de tela. Su instinto fue tomarla entre sus brazos y llamar a los bomberos. En el hospital dijeron que la bebé tenía tres días de nacida y que gozaba de buena salud. La Procuraduría General de la Nación fue la primera en intervenir.
Tras contactar a la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia de la República, el Programa de Acogimiento Familiar Temporal se encargó de buscar a una familia con el perfil idóneo para la bebé y fue así como los Gómez Garay se convirtieron en sus ángeles protectores y recibieron en su hogar a la pequeña Alicia.
Los días con la bebé pasaron entre la calidez de una familia que la llenó de amor, cuidados y celebró su primera sonrisa, su primer balbuceo, su primera papilla, los primeros pasos; conscientes en que pronto tendría una nueva familia. Mientras Alicia y su familia temporal, disfrutaban de esos momentos, los equipos multidisciplinarios se dieron a la tarea de buscar a su familia biológica, pero sin éxito.
El tiempo pasó muy rápido. Tras 11 meses el caso debía resolverse, fue así que se realizó la declaratoria de adoptabilidad en un juzgado y el expediente de la bebé fue trasladado al Concejo Nacional de Adopciones, en donde se encargaron de buscarle una familia. Ahora Alicia está en su nuevo hogar. La consienten mucho, la llenan de amor y felicidad.
Carlos Max, jefe en funciones del Programa de Acogimiento Familiar Temporal, explica que desde que se enteraron de que Alicia sería adoptada, empezaron a preparar a los Gómez Garay, se realizó un proceso de duelo para desvincularse de la nena y ahora continúan con seguimiento psicológico para que la expresión de sus emociones sea sana y puedan estar listos para acoger a otra niña, niño o adolescente que lo necesite.