El Servicio Cívico Social no solo se constituye, para la mayoría de los jóvenes enlistados, en la primera experiencia laboral en el sector público, sino también en una plataforma para cultivar su liderazgo e impactar de forma positiva en sus comunidades.
El pasado lunes se realizó la clausura de 144 Servidores Cívicos, que recibieron instrucción y guía por parte de colaboradores de la Secretaria Bienestar Social -SBS-, que llegaron a 215 centros educativos y 110 comunidades de ocho departamentos, con temas de prevención.
Evelyn Santiago, jefa del Departamento de Atención No Residencial Casa Joven de la -SBS-, indicó que previo a visitar los centros educativos, los jóvenes son capacitados durante mes y medio en temas de liderazgo y trabajo en equipo, porque uno de los objetivos es que se conviertan en protagonistas en temas sobre prevención de violencia y embarazos.
Agregó que el desarrollo positivo de sus habilidades es visible al finalizar el servicio cívico, porque la facilidad para desenvolverse en público mejora enormemente, “Es por eso que este programa tiene mucho impacto a nivel comunitario, especialmente en los municipios en donde se ubican las sedes de Casa Joven de la SBS, que son Mixco, Palencia y Villa Nueva”, finalizó.
En esto coinciden varios de los enlistados en el Servicio Cívico Social, entre ellos Handy Catalán, una joven de 18 años de la Sede Departamental de la Secretaría de Bienestar Social –SBS- en Baja Verapaz, quien cuenta que su experiencia fue satisfactoria y de mucho aprendizaje, ella se enteró del programa por redes sociales y cree que su decisión de integrarse valió la pena.
“El Servicio Cívico fomenta mucho el liderazgo porque nos hace crecer como personas y descubrir capacidades que quizá no habíamos descubierto; en las comunidades nos ven como expertos en temas de prevención y eso nos ayuda a sentirnos más seguros”, expresa Handy.
Keneth Menchú, un joven residente en Sololá, dice que antes de ingresar al proyecto no se consideraba un líder. Sin embargo, tuvo que tomar la batuta y enseñarle a otros. “Yo iba a tomar un curso de relaciones humanas en Xela, pero luego un amigo me contó de esta oportunidad y me motivó a participar y ha sido de gran ayuda porque ahora ya no me pongo tan nervioso y soy más ligero de palabra”, manifestó.
La experiencia también fue positiva para Gema Cayax, servidora cívica en Quetzaltenango y quien declaró que el trabajo que realizaron en diversas comunidades fue visto con buenos ojos. “La ventaja de trabajar con niños y otros jóvenes es que no hay barreras entre nosotros, ya que somos del mismo entorno y sociedad y nos entendemos muy bien. Yo no me creía capaz, pero me decidí y ahora me doy cuenta de que me quiero dedicar a esto”, dijo.
Manuel Castellanos, dice que siempre le ha gustado ayudar a las personas y en redes sociales se enteró de la oportunidad de aportar a la sociedad por medio de este programa. “Me pude dar cuenta de las carencias que hay en las comunidades de Escuintla, de donde soy originario”, señaló.
Por su parte Érika López, subdirectora de Sedes Departamentales y encargada del servicio cívico a nivel departamental indicó que este año participaron las sedes de Quetzaltenango, Sololá, Escuintla, Mazatenango, Jutiapa, Zacapa y Baja Verapaz.
“Este es un proyecto muy importante porque son jóvenes que se están proyectando con más jóvenes y están buscando un cambio en las problemáticas del país y es importante resaltar que se sienten muy identificados con el Servicio Cívico y tienen interés de continuar replicando lo que aprendieron, ya no en el marco del programa, pero sí en lo personal”, finalizó.
Texto: Carolina Hernández
Fotografía: Nadia Cabrera
