Como parte del Nuevo Modelo de Gestión Juvenil, en los centros de privación de libertad para adolescentes en conflicto con la ley penal, se han integrado actividades en las que los internos puedan desarrollar nuevos talentos y habilidades, tales como la actuación teatral.
De acuerdo a datos de la Subsecretaría de Reinserción, de la Secretaría de Bienestar Social –SBS-, de diciembre de 2018 a agosto de 2019, adolescentes hombres y mujeres que cumplen sanción, han realizado siete presentaciones teatrales, en las que han demostrado su talento para la interpretación de personajes sobre el escenario.
La puesta en escena más reciente fue “El mundo de los nadie”, en la que 12 jóvenes y adolescentes del Centro Juvenil de Privación de Libertad para Varones II –CEJUPLIV II ANEXO-, representaron las dificultades que enfrentan luego de finalizar su sanción y buscar un empleo, en donde además de presentar un mensaje claro al público, también descubrieron su gusto por las artes escénicas.
*José, el protagonista de la historia, cuenta que tras conseguir la oportunidad de integrarse a la obra, consiguió el papel principal y al preguntarle qué es lo que le ha enseñado la experiencia, dice que “Responsabilidad”. Previo a ingresar al escenario estaba nervioso y emocionado por mostrar su talento, no solo para la actuación, sino también para el canto, ya que interpretó rap.
Agregó, “Participar en la obra me mostró que a pesar de las circunstancias uno puede salir adelante. Cuando caí tenía una mentalidad diferente, no aceptaba lo que hice, pero poco a poco con el trabajo del equipo técnico del centro me he dado cuenta que uno puede hacer las cosas bien”.
Comentó que se ha superado en el centro y esta dispuesto a cambiar, “continué con mis estudios, ahora estoy en tercero básico y mi meta al finalizar la sanción es encontrar un trabajo digno y ayudar a mi familia. De parte mía y mis compañeros les doy las gracias porque a pesar de ser discriminados por la sociedad, ellos tienen confianza y nos dan la oportunidad para que podamos salir adelante”, puntualizó.
Para *Elder sentir la adrenalina de estar frente a un público fue lo que lo impulsó a querer participar en la obra, además de su deseo por representar lo que en carne propia vivió en las calles y en la correccional. Dice que estar privado de libertad le ha ayudado a prepararse para cuando recupere su libertad, ya que continuó sus estudios y ahora cursa el primer año de bachillerato. “Saldré con un buen grado y además me han enseñado a pensar en lo que hago y a tomar mejores decisiones, por ahora quiero terminar mis estudios y al salir dedicarme a un trabajo para apoyar a mi familia”, dijo.
La historia para *Robin es singular, ya que nunca imaginó que dentro de un centro de privación de libertad iba a encontrar lo que le apasiona, la actuación. Él ya ha participado en dos obras anteriores y narra que cuando le preguntaron si quería participar se animó para “ver que más aprendía en esta vida” y se llevó una gran sorpresa: “Me di cuenta que esto es lo que me va ayudar a salir adelante”.
Con mucha convicción, Robin dice que al salir del centro piensa seguir estudiando y actuando, de hecho en la presentación sus diversas interpretaciones destacaron. “Quiero agradecer a la Secretaría de Bienestar Social, a todo el equipo técnico, al director del centro y a los monitores porque con su ayuda hemos podido salir adelante”, agregó.
* Nombre ficticio
Texto: Carolina Hernández
Fotografía: Nadia Cabrera
