SUBSIDIO FAMILIAR AYUDA A MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA DE LOS HERMANOS CAJBOM QUIB

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La vida de la familia Cajbom Quib ha sido dura con tres niños que tienen discapacidad en un ambiente de pobreza y ruralidad extrema, pero desde que el programa de Subsidios Familiares de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia -SBS- la convirtió en una de las 168 que reciben el beneficio en Alta Verapaz,  los padres han encontrado razones para el optimismo.

El hogar de este núcleo familiar es la aldea Tanchí, hasta donde se deben recorrer unos 14 kilómetros desde San Pedro Carchá, entre caminos de terracería que surcan la montaña Chicojl, en la profundidad de la Sierra de Chamá.

Previo a encontrar la vivienda se hace necesario detener la marcha para preguntar por dónde seguir, ya que las veredas rodeadas del verdor de la naturaleza abundan en el trayecto y pueden confundir a los visitantes; pero es Víctor, el padre de familia, quien soluciona la dificultad, al salir al encuentro y guiar hacia el lugar correcto.

Al entrar a la casa construida de madera y lámina, las sonrisas iluminan la llegada, pese a que tanto Jairo como Rudy tienen discapacidad, el primero de 17 años con parálisis cerebral y el segundo de 10 con dificultades de aprendizaje, la honestidad de sus sentimientos se refleja en sus rostros. Ambos reciben el apoyo económico proporcionado por la SBS.

Junto a ellos, en una silla de ruedas, está Henry, quien también padece discapacidad. Los tres son cuidados por Herlinda, su madre, quien tiene la ayuda de sus hijas Daris y Deisy quienes nacieron sin ninguno de los problemas que afectan a sus hermanos varones. 

La situación para los Cajbom Quib es complicada, no solo por la pobreza y lejanía de su vivienda, sino porque cuidar de tres pequeños con diversas condiciones físicas y mentales requiere dedicación y gastos.

Víctor indica que el subsidio para el mayor de los hermanos se inició en septiembre de 2018, mientras que a Rudy se le concedió en diciembre de ese mismo año, lo cual ha ayudado a comprar alimentos, vestuario y medicina necesarios para su mantenimiento y eventual recuperación. 

“El aporte nos ha beneficiado bastante porque yo no tengo trabajo fijo y por cada tarea me pagan Q25. Ahora espero que los tres puedan salir adelante y que los podamos llevar a recibir terapias”, expresó el padre.

Los Subsidios Familiares, de la Subsecretaría de Preservación Familiar, Fortalecimiento y Apoyo Comunitario, están dirigidos a familias con Niños, Niñas y Adolescentes –NNA- con discapacidad o en situación de vulnerabilidad. Hasta abril de 2019 hay 2,787 beneficiarios.

El aporte es de Q500 mensuales por un período máximo de cuatros años y su propósito es contribuir a mejorar la calidad de vida de sus beneficiarios, que como los hermanos Cajbom Quib, ahora incluyen en su dieta leche, atoles, frutas y verduras.