Más que una instalación física, Casa Joven, es un programa que, en cada lugar donde se desarrolla, se ha consolidado como un espacio para la convivencia, el apoyo y el desarrollo de la niñez y adolescencia.
El programa está centrado, principalmente, en actividades de prevención, enfocadas en la violencia, embarazos en niñas y adolescentes, y migración irregular. Esto se hace con varios servicios que abarcan desde el cuidado emocional, hasta dotar de habilidades técnicas y formación académica a quienes asisten a Casa Joven.
Desde 2010, el servicio se empezó a prestar en Ciudad Peronia, Villa Nueva, donde se instaló la primera sede; y luego se extendió a Mixco, Palencia, Villa Nueva y Amatitlán. Estos territorios del departamento de Guatemala que son consideradas áreas de alto riesgo de vulnerabilidad social.
La jefa del departamento Casa Joven, Silvia Antillón, explicó que, las niñas, niños y adolescentes que se atienden en las cinco sedes, reciben atención psicosocial, además de talleres para el fortalecimiento familiar.
“Contamos con la Escuela para la Familia, en la que se incluye la Escuela para Padres, dirigida especialmente a papás y mamás; los talleres de Liderazgo y Crecimiento Personal, que se brinda a las y los adolescentes; y Creciendo Bien, que se imparte a niñas y niños”, apuntó.
Además, en cada una de las sedes, las y los adolescentes que asisten, tienen la opción de estudiar y alcanzar el nivel académico que les corresponde, por medio de las clases coordinadas con el Centro de Educación Extraescolar.
“Los jóvenes también tienen acceso a educación no formal por medio de las clases de computación y cursos del Intecap, con lo cual adquieren más habilidades para salir adelante”, agregó Antillón.
Para este año, en las cinco sedes de Casa Joven ya se atiende a 1 mil 09 niñas, niños y adolescentes, además de sus familias, quienes reciben este apoyo que brinda la Secretaría de Bienestar Social, por medio de la Subsecretaría de Protección.
Texto: Dirección de Comunicación Social
Fotografías: Archivo SBS