PROGRAMA DE AUTISMO EN EL CENTRO ALIDA ESPAÑA DE ARANA APOYA A NIÑOS Y SUS PADRES

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El Trastorno del Espectro Autista –TEA-, es una condición que se presenta con cambios notables en la conducta, socialización y comunicación durante los primeros 18 meses de vida, lo que requiere de apoyo profesional para mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen, por ello en el Centro de Atención Especial Alida España de Arana, funciona el Programa de Autismo, que apoya tanto a los niños como a sus padres para que afronten juntos esta situación.
 
Según la psicóloga Claudia Tahay, encargada del programa que rije la Subsecretaría de Preservación Familiar, Fortalecimiento y Apoyo Comunitario, esta condición puede aparecer incluso antes de los 3 años, lo que dificulta que los padres noten algún signo claro que alerte sobre el TEA.
 
Sin embargo, un punto clave para buscar ayuda profesional, es cuando el niño después de empezar a decir sus primera palabras de pronto deja de hacerlo y sufre una regresión en el lenguaje. En bebés, se manifiesta cuando el pequeño no atiende a estímulos como por ejemplo: cuando lo llaman por su nombre no voltea o si enfoca su atención en un solo punto.
 
La profesional cuenta que es muy común que a la Secretaría de Bienestar Social  -SBS- por medio de  centro Especial Alida España, se presenten padres de niños de 2 a 3 años que manifiestan que de pronto sus hijos dejaron de hablar, pero al momento de hacerles las entrevistas observan que el pequeño ya evidenciaba otros síntomas, pero es hasta que pierden habilidades, que notan que algo no está bien.
 
Actualmente, se diagnostican tres niveles de TEA, en el nivel uno, están los niños que son mucho más funcionales porque logran adquirir habilidades sociales y no necesariamente tienen discapacidad intelectual, incluso son chicos promedio y hasta superiores en su cognición. Logran integrarse a la sociedad pese a sus limitantes, y tienen éxito para adquirir un trabajo y conducirse solos.
 
Mientras que en el nivel dos, están los menores que requieren apoyo en ciertas etapas de su proceso de infancia, como por ejemplo: en el control de esfínteres, regulación de conducta, guianza y pueden presentar discapacidad intelectual. Sin embargo, logran adquirir habilidades sociales que les permiten integrase de pronto a actividades como fiestas de cumpleaños o salir a algún lugar concurrido.
 
El nivel tres, es el más grave en sintomatología, pues presenta mucha desintegración sensorial y necesariamente deben estar acompañados por un guía o un maestro sombra, que generalmente casi siempre es la madre o un familiar, ya que no logran integrarse, pierden el control y la capacidad de relacionarse.
 
De acuerdo a Tahay, el Programa de Autismo en el centro Alida España de Arana, recibe a niños con discapacidad intelectual, quienes son distirbuidos en dos aulas dependiendo del grado de dificultad que tengan, pues en una comparten menores más funcionales en su desarrollo e incluso pueden ingresar solos a sus terapias, mientras que en el otro salón, están los que requieren más apoyo.
 
Actualmente en el centro atienden a 78 niños con TEA, que están divididos en grupos que reciben terapia los lunes y miércoles, así como los martes y jueves. Mientras que los viernes se imparte el programa adaptativo, que es individual y está dirigido a pequeños con problemas de conducta.
 
También funciona el Programa de Estimulación Temprana, que recibe a niños con TEA de 3 a 5 años. Este empezó a funcionar hace 18 meses, debido a la necesidad de atención a esta condición. “Al Programa de Estimulación Inicial nos estaban llegando muchos chicos con signos de autismo y ya no nos dábamos abasto en cuestión de atención, ya que es diferente”, contó Tahay.
 
La encargada del programa explicó que todo el equipo multidisciplinario trabaja con la terapia de integración sensorial en todos los niveles, ya que ayuda a regular a los niños y además es transmitida a los padres o encargados de los pequeños, para que puedan replicarla en casa, ya que ayuda a diferenciar entre una crisis y un berrinche.
 
Pero el trabajo no es solo con los niños, sino también con los papás, a quienes les dan apoyo en cuanto a modificadores de conducta, se les imparte el programa Educando en Familia adaptado a sus necesidades, les dan charlas y terapia familiar, entre otros.
 
 “Yo siempre les digo que creamos en los niños, porque aquí ellos manejan mucha angustia, mucha ansiedad respecto a lo que pasará con sus hijos, preguntan si se van a curar y no, el autismo no es algo que se cure porque no es una enfermedad. Sin embargo, se aprende a vivir con eso y depende mucho de los padres y de la constancia que tengan en las terapias que el niño tenga éxito”, concluye Tahay.