“Pasos pequeños que hacen una gran diferencia”: esta fue la reflexión de Mónica Mayorga, directora de Protección Especial, Acogimiento Familiar y Residencial de la Subsecretaría de Protección de la Secretaría de Bienestar Social tras realizar una evaluación de los principales logros alcanzados por esta dirección durante 2024.

Mayorga se reunió con las jefas y coordinadoras  de los distintos departamentos y programas que conforman dicha dirección  para impartir el último taller del año sobre el Protocolo de Atención en Crisis en el que se hizo una revisión sobre las acciones que se deben realizar en el momento de que se presente una crisis conductual  entre las adolescentes que son atendidas en los programas a su cargo.   

Asimismo, se hizo un repaso sobre las principales metas que se alcanzaron este año en los distintos programas que conforman esta dirección, que en su totalidad atendió a 1 mil 304 niñas, niños y adolescentes de los cuales, 494 fueron hombres y 810 mujeres.

Entre estos programas, se encuentra el Departamento de Acogimiento Familiar Temporal -DAFT- que, entre otras acciones, estableció de forma metodológica el Programa de Reintegración con el que se busca que muchos de niñas y niños que han permanecido en familias de acogimiento, puedan volver con sus familias de origen a través de actividades sistemáticas que fortalezcan a los padres biológicos de tal manera que puedan superar las condiciones, que en algún momento motivaron a los jueces a ordenar la separación de sus hijas o hijos. Adicional, se desarrollaron 12 talleres de sensibilización y captación del programa donde 37 familias se sometieron en proceso de evaluación.

También se encuentra, el Departamento de Protección a la Niñez y Adolescencia con Capacidades Diferentes Severa y Profunda -ABI- que atiende a niños con discapacidad, pero también a adultos que han cumplido la mayoría de edad, pero no tienen familia que se haga cargo de su cuidado. En este centro, se logró la instalación de una rampa que permitirá a la población atendida poderse movilizar entre el primero y segundo nivel, que permite generar condiciones para romper las barreras de accesibilidad dentro del programa.

Esta dirección también cuenta con el Departamento de Protección Especial de Primera Infancia, con sede en Zacapa, el cual atiende a niñas y niños de 0 a 12 años, que han sido separados de sus familias por la vulneración a sus derechos, como maltrato y, abandono y que no se han podido ubicar en familias de acogimiento temporal. Uno de los principales logros de este programa es lograr que de los 171 niñas y niños que se albergaban al inicio de año, 94 fueran reintegrados con  recurso familiar. Asimismo, 99 niños y niñas fueron promovidos al año grado superior inmediato y para 2025, 85 niños se encuentran inscritos en el sistema educativo, para restituir su derecho a la educación. Adicional, se logro fortalecer al programa con 22 plazas nuevas para la atención de la población. 

Por aparte, se cuenta con tres programass que atienden a adolescentes que han sido víctimas de violencia sexual, explotación o trata de personas, con sedes en Guatemala, Quetzaltenango y Escuintla. Este último fue trasladado de forma reciente de Retalhuleu, hacia Escuintla para contar con espacios más abiertos y dignos que favorezcan los distintos procesos terapéuticos de las jóvenes y las acerca más a su contexto y comunidad.En Quetzaltenango, fue fortalecida la capacidad laboral con la contratación de 15 profesionales en las áreas de educación, psicología, pedagogía y medicina para la atención integral de la población, así como también se concluyó con la formación de 10 educadoras  certificadas por la Secretaria de Bienestar Social de la Presidencia como niñeras

Al igual que en las otras sedes, en el programa de de Guatemala se fortalecieron las capacidades emocionales y resiliencia de las adolescentes para promover su recuperación, empoderamiento y restitución de derechos. Se restituyó el derecho a la educación, mediante la coordinación con el Ministerio de Educación; así como la recreación a través de la participación en diferentes actividades deportivas en coordinación con el Ministerio de Cultura y Deportes. En todos los programas se implementa un proceso de gestión de casos, que permite trabajar en un plan de individual para cada niña, niño y adolescentes para la restitución de sus derechos.

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