“Tener a las adolescentes aquí (en Escuintla) nos permite facilitar su contacto con sus familias, lo cual es clave para su reintegración. Nuestro objetivo es trabajar en las causas que llevaron a su institucionalización, con la meta de que en futuro se puedan prestar servicios ambulatorios y que no sea necesario que las niñas vivan en hogares de protección”.

Así reflexionó la Subsecretaria de Protección, María José Ortiz, respecto al trabajo que se realiza para renovar los servicios de la atención a adolescentes cuyos derechos han sido vulnerados, lo cual incluye el reciente traslado de la residencia del Programa contra la Violencia Sexual, Explotación y Trata de Personas, de Retalhuleu a Escuintla.

Para las adolescentes, la mañana comenzó con una expectativa diferente, pues ese día se realizaría la inauguración oficial del inmueble que de momento es su hogar. Unas a otras trenzaron su cabello, se pusieron una blusa blanca y pantalones negros, hicieron una guirnalda de globos y esperaron atentas a que comenzara el acto protocolario.

Durante la inauguración, la subsecretaria se refirió a las adolescentes y les hizo ver el interés de la Secretaría de Bienestar Social de ayudarles a superar los retos que han enfrentado, así como la visión de ayudarles a volver a su hogar pronto.

“Yo estoy segura de que ustedes van a poder encontrar las metas, que van a poder encontrar el camino para realizar sus sueños. Espero de todo corazón, que el tiempo que ustedes estén en la SBS pueda ayudarles y fortalecerlas. Igualmente, espero que muy pronto puedan regresar con sus familias y que tengan un proyecto de vida que las lleve a realizarse”, apuntó.

Algunas razones que motivaron el traslado de la residencia incluyen el hecho de que Escuintla, luego de Guatemala, es uno de los departamentos con mayor incidencia en violencia contra las niñas; además de que la mayoría de las residentes son originarias de este lugar, lo cual es clave para trabajar en su reintegración familia.

“En este programa trabajamos con adolescentes mujeres que son sobrevivientes de explotación, violencia sexual y trata de personas. Las atendemos mediante una metodología llamada comunidades terapéuticas, con las que buscamos que reflexionen sobre sus acciones y que construyan, colectivamente, herramientas para superar los traumas que han vivido; este enfoque busca empoderarlas y ayudarlas a sanar emocionalmente”, puntualizó.

Así como este traslado de lugar, la Subsecretaría realiza otras revisiones de las residencias para cambiar, poco a poco,  las condiciones y que entonces todas las niñas, niños y adolescentes que reciben atención de la SBS tengan ambientes más sanos y dignos.

Texto: Cecilia García
Fotografías: Luis Sajché

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