El personal de la Secretaría de Bienestar Social que atiende a la niñez migrante no acompañada en los albergues Casa Nuestras Raíces así como en las Sedes Departamentales tienen un papel fundamental en la restitución y garantía de sus derechos humanos, tanto en su recepción al momento de ser retornados, así como en la verificación de la reintegración efectiva a sus familias y comunidades.

Es por ello, que los equipos de profesionales de ambos programas fueron capacitados en la aplicación del Protocolo para la Recepción, Atención y Protección de Niñas, Niños y Adolescentes no Acompañados en Contexto Migratorio, cuya más reciente actualización fue publicada en septiembre de este año, gracias al apoyo de Médicos del Mundo -MdM- y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia -UNICEF.

El objetivo que persigue este protocolo es brindar los lineamientos necesarios desde las áreas técnica, normativa y operativa para asegurar una atención y protección a la niñez y adolescencia migrante no acompañada, retornada o en tránsito, con pleno respeto a sus derechos humanos.

El protocolo establece una atención diferenciada, que implica tomar en cuenta las particularidades de cada cada niño, niña o adolescente en cuanto a su edad, género, condición de salud, etnia, idioma y cultura para conocer el seguimiento que debe darse a cada uno de ellos.

Asimismo, proporciona herramientas a las personas a cargo de su cuidado para que puedan realizar acciones adecuadas y efectivas tanto en el momento de recibirlos, atenderlos y reintegrarlos con su familia.

Es por ello, que el protocolo está dirigido a los profesionales que laboran en los albergues Casa Nuestras Raíces quienes se encargan de proporcionarles la atención inmediata al momento de su recepción, tanto en la asistencia alimenticia y  médica, así como en la contención emocional.

También está dirigido a los equipos de la Sedes Departamentales que visitan a los niños, niñas y adolescentes en sus comunidades, una vez que han sido reintegrados a sus familias, para verificar que cuenten con las condiciones necesarias para garantizar que no estén en riesgo de migrar nuevamente.

En este primer proceso de formación participaron los equipos de Casa Nuestras Raíces Quetzaltenango y de las Sedes Departamentales de San Marcos, Huehuetenango, Quiché, Suchitepéquez, Quetzaltenango y Sololá.

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