La salud mental es reconocer que tenemos emociones que no siempre son de alegría o tranquilidad, sino que también pueden ser tristeza, frustración, enojo, etc., y la forma en que nuestras conductas responden a ellas.
Para quienes laboran en el Departamento de Acogimiento Familiar Temporal -DAFT-, la salud mental es muy importante, debido a que se trabaja con niñez y adolescencia vulnerada. Por ese motivo, las emociones de frustración, cansancio, o enojo están a flor de piel con cada historia que llega a sus manos. Por ello, es muy importante que el equipo del DAFT cuide su salud mental para luego transmitirla a las familias de acogimiento temporal.
De esa cuenta, las familias que han abierto su corazón a la niñez que lo ha necesitado, participan de forma constante y periódica en charlas y talleres en los que se abordan todo tipo de temáticas que tienen que ver con el cuidado especial de estos niños y niñas, quienes a su vez también cuentan con emociones afectadas por los problemas que han tenido que enfrentar.
“No se trata de que siempre estemos felices y contentos. Es normal que en la vida cotidiana las personas tengamos momentos de enojo y frustración hasta por las actividades más rutinarias en casa o en el trabajo. Se trata de comprender la mejor forma de manejarlas para no afectar a nuestros hijos, hijas o a quienes tengamos a nuestro cuidado, como en el caso de las familias de acogimiento temporal”, explica Cristina Quintanilla, licenciada en Psicología y Jefa del DAFT.
Asimismo, Quintanilla explica que los niños y niñas que han sido institucionalizados, es decir, separados de sus padres por orden judicial, y que son ubicados en Familias de Acogimiento Temporal tienen más posibilidades de contar con una salud mental sana, que aquellos que son enviados a hogares de protección en donde deben convivir con otros niños y niñas que también han sufrido la separación familiar.
“Aunque en las residencias de abrigo, las necesidades básicas de las niñas, niños y adolescentes son cubiertas en su totalidad y son tratados con dignidad, siempre preferirán estar en un hogar al que puedan pertenecer aunque sea de forma temporal en donde contarán con una figura paterna y / o materna y ver que alguien está dedicado a ellos o ellas”, concluye Quintanilla.