Todos los días, desde que el sol se levanta, las adolescentes en condición de abrigo que se encuentran bajo resguardo en la residencia Zafiro II de la Secretaría de Bienestar Social se preparan para sanar y construir su futuro.

Todas estas jóvenes han sido institucionalizadas, es decir, que fueron separadas de sus familias por orden judicial debido a la vulneración de sus derechos. Por ello, en la residencia reciben diferentes tipos de terapias para apoyarles en la sanación de los problemas emocionales que dicha situación pudo haberles generado.

Diario vivir

La jornada de las adolescentes inicia a las 5:00 de la mañana, momento en el que inician su rutina de higiene personal, lavado de ropa  y comienzan a preparar sus actividades del día. Luego del desayuno, se reúnen con sus educadoras para la primera terapia del día, en donde cada una de ellas expresa sus emociones.

“Ellas expresan cómo se sienten, cómo se despertaron, cuál es su propósito del día. Qué metas quieren lograr; y cuáles son sus retos. Cada uno expone y los temas son abordados por la psicóloga residente”, comenta Astrid Albizú, directora del centro.

Y agrega: “Esto sirve como un termómetro para medir cómo están. Porque hay adolescentes que de repente se van a sentir tristes, van a estar un poquito inquietas. Entonces el psicólogo puede tener esa información y darles seguimiento, para apoyarlas y que se sientan acompañadas”.

Terapias y oportunidades

Después de esta reunión, las jóvenes se dedican de lleno a sus talleres de terapia ocupacional y educacional. Cada una recibe distintos capacitaciones como la elaboración de manualidades; bisutería, crochet.

“Hacen llaveros, aretes, cualquier tipo de adornos. Ahí se les exhorta a explotar su creatividad para hacer diferentes figuras. Trabajan mucho con material de reciclaje,  en donde se les inculca la importancia de cuidar el medio ambiente, en que se les hace mucho hincapié”, afirma Albizú.

También tienen un momento para las terapias educacionales, en donde se les distribuye por grupos “para que puedan realizar las tareas de acuerdo al pensum que tengan, de acuerdo al grado académico que estén cursando”.

Asimismo, cuentan con los talleres externos, que son proporcionados por el Centro Técnico Ocupaciona -CTO-, en donde reciben panadería, corte y confección, y computación, así como las actividades con el Ministerio de Cultura y Deportes, en las que dos veces por semana, realizan actividades como aeróbicos, zumba y educación física.

Por la tarde, luego del almuerzo “continuamos por la tarde con los talleres ocupacionales. A las 16:30 se vuelve a hacer la terapia de grupo, que es de autoevaluación. Donde cada una de los adolescentes mide cómo ha sido su día. Si han conseguido el objetivo que se habían planteado por la mañana y cómo se sienten”, subraya Albizú.

Con estas terapias emocionales, ocupaciones y educativas, la dirección del centro, psicólogas, trabajadoras sociales, pedagogas y cuidadoras hacen su mejor esfuerzo para que las niñas y adolescentes cuenten con todo los necesario “para que luego de las situaciones que les ha tocado vivir se replanteen metas, objetivos y sueños para que puedan construir un futuro y se conviertan en ciudadanas de bien”, concluye Albizú.