Retribuir a la sociedad es uno de los pilares de la reinserción, algo que los jóvenes de Casa Intermedia han aprendido en múltiples oportunidades, pero que en esta ocasión les tocó el corazón y les hizo recodar a sus seres queridos.

Arturo*, Roberto* y Guillermo* (nombres ficticios) son tres residentes de Casa intermedia que ya han comenzado su formación universitaria, y como parte de sus cursos desarrollaron el Proyecto de Acción Social (PAS), con el que tienen proyección social y apoyo a la comunidad, por medio de la ayuda que prestan a la Comunidad Misionera del Camino, donde se atiende, especialmente, a adultos mayores en situación de calle.

“La verdad no había convivido tanto con adultos mayores. De hecho, solo tengo a mi abuela, y ahora pienso seriamente en las ganas que tengo de regresar a casa, a abrazarla, a compartir con ella y disfrutrarla todo el tiempo posible”, expresó Roberto*.

"De hecho, solo tengo a mi abuela, y ahora pienso seriamente en las ganas que tengo de regresar a casa, a abrazarla".
Roberto
Residente de Casa Intermedia

Los jóvenes han organizado actividades para recaudar fondos y comprarles insumos, además de donar su tiempo para asistir al asilo, a platicar con ellos, a jugar lotería e incluso compartir un pastel, como parte del proyecto que desarrollan.

“Me alegra que haya venido ustedes, y sé que un día que esté en la calle nos veremos y los voy a reconocer, y me sentiré alegre de verlos trabajando. Le pido a Dios que los cuide mucho, y que ustedes cuiden a sus papás, a sus mamás y a sus hermanos”, les expresó a los jóvenes, Edwin Blanco, uno de los residentes del asilo.

Lesny Barrios, encargada del hogar, señaló que lo importante es ver que son los jóvenes quienes desarrollan la iniciativa. “Las actividades que vienen a hacer con nosotros son de mucha alegría para las personas que atendemos; se divierten, platican, comen pastel. Por eso les agradecemos y esperamos que sigan viniendo”, agregó.

Texto: Cecilia García
Fotografías: Asael Díaz

Dejar respuesta