En el Centro Juvenil de Detención Provisional -CEJUDEP- Etapa II, cada día se cultivan historias de transformación y esperanza. En medio de las paredes del centro, donde el tiempo puede parecer detenido, un grupo de adolescentes se embarca en un viaje hacia la transformación de sus vidas, apoyados por los programas de reinserción social impulsados por la Secretaría de Bienestar Social -SBS-.

Alex*, uno de los jóvenes que forma parte de este programa, lleva un mes y medio recluido en CEJUDEP. Aunque su situación actual puede parecer un obstáculo insuperable,él ha encontrado en el cultivo de pascuas una fuente de inspiración y motivación. Este proyecto no solo le ofrece la oportunidad de aprender sobre agronomía, sino que también le recuerda los cálidos momentos de su infancia cuando su padre llevaba pascuas a casa durante las festividades navideñas.

"Gracias por la oportunidad que nos brindan de aprender sobre este oficio. A mí me trae un bonito recuerdo, cuando pasaba las fiestas con mi familia y mi papá llevaba pascuas. Me da algo de nostalgia, pero me siento contento con lo que estoy aprendiendo porque sé que lo puedo poner en práctica el día de mañana; si retomo mis estudios, quiero seguir la carrera de Agronomía".
Alex*
Adolescente privado de libertad

 

El programa de reinserción de Etapa II no solo se centra en el aprendizaje de nuevos oficios, sino que también proporciona a los adolescentes herramientas para que puedan enfrentar el futuro con una mentalidad positiva. 

En el Centro, el cultivo de pascuas es más que una simple actividad; es un símbolo de la posibilidad de un nuevo comienzo. Los jóvenes tienen la oportunidad de involucrarse en el proceso de producción, que se prepara con antelación para satisfacer la demanda en el sector Justicia y en los hogares cercanos al centro, así como para la propia SBS.

Carlos*, otro adolescente participante, explica cómo este trabajo le ha ayudado a cambiar su perspectiva: “Aprender a trabajar estos cultivos, nos ayuda a relajarnos, se refresca la mente, y entonces nos concentramos en cosas buenas como sembrar y cuidar las pascuas. Sé que podría volverme un emprendedor y tratar de llevarlas a Puerto Barrios, Izabal, de donde soy originario”, expresa.

Las palabras de Alex* y Carlos* son un testimonio del impacto positivo que este programa puede tener en la vida de los jóvenes en conflicto con la ley y es que en CEJUDEP Etapa II todo el equipo está comprometido con la reinserción efectiva de los internos, brindándoles no solo habilidades prácticas, sino también la confianza en sí mismos para que puedan convertirse en hombres de bien y enfrentar el mundo con metas renovadas.

A medida que las pascuas florecen en CEJUDEP, también lo hacen las oportunidades para estos jóvenes. Con cada planta cultivada, Alex*, Carlos* y sus compañeros están dando pasos firmes hacia un futuro en el que podrán contribuir positivamente a la sociedad, demostrando que el cambio es posible y que cada historia de redención comienza con una oportunidad.

La Secretaría de Bienestar Social continúa trabajando arduamente para apoyar a estos jóvenes en su camino hacia una vida nueva, recordándonos que incluso en los lugares más inesperados, la esperanza y la posibilidad de un nuevo comienzo pueden florecer.

Texto y fotografías: Asael Díaz

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