La iniciativa Cambiando la Forma en que Cuidamos (CTWWC, por sus siglas en inglés) compartió los resultados del diagnóstico realizado al sistema de protección de la niñez y adolescencia con las autoridades y equipo técnico de las entidades que conforman dicho sistema con el objetivo de delinear nuevas estrategias para mejorar los servicios que se prestan a los menores de edad.

De acuerdo, con Roberto Tejada, gerente de CTWWC, este el segundo estudio realizado, pues el primero de ellos data de 2019. “En esta oportunidad se está haciendo una segunda evaluación para tener un diagnóstico actualizado que nos pueda decir cómo está actualmente el sistema desde la perspectiva de prevención de separación, fortalecimiento familiar, albergue familiar temporal, adopciones y demás servicios que brinda el sistema a la niñez y adolescencia”, dijo.

Tejada agregó el objetivo es establecer una ruta de coordinación y un plan de trabajo para ver cómo se pueden articular de mejor manera y esto se traduzca en más y mejores servicios para la niñez y adolescencia.

Por su parte, Kelly Bunker, asesora técnica CTWWC, realizó una exposición de ejemplos de la reforma del Sistema de Cuidado Infantil que se han realizado en otros países donde ha trabajado con el objetivo de motivar a los equipos, a las autoridades y a las organizaciones de Guatemala, para implementar reformas en favor de los niños, niñas y adolescentes.

“Guatemala está en una posición privilegiada, puedo decir, en donde pueden aprender de las lecciones del pasado y de las experiencias de otros países y empezar su propio proceso ya con información y experiencia de otros”, afirmó.

Bunker explicó que una de las reformas necesarias en el país es alejarse del modelo de la separación familiar cuando un niño es vulnerado en sus derechos por lo que es necesario fortalecer los servicios sociales para buscar otras opciones como la familia ampliada o el acogimiento temporal, así como priorizar el trabajo con las familias para que en algún momento estén aptas para la reintegración con sus hijos.

“También tenemos que fortalecer y ampliar el número de trabajadores sociales, de psicólogos, con las capacidades, habilidades y conocimientos necesarios para trabajar en este sector. Y lo ideal sería que hubiera una estrategia que describiera muy claramente los roles y responsabilidades de los muchos actores que deben participar en este proceso de reforma”, aseguró.

Asimismo, la experta recordó que la separación familiar tiene un alto costo para la sociedad a largo plazo, pues durante 80 años se ha acumulado una experiencia en distintos países, la cual demuestra que  crecer en un hogar de protección tiene efectos negativos en el desarrollo físico, cognitivo, y emocional.

“Y el coste para la sociedad a largo plazo es muy, muy alto porque cuando los niños se van de casa no tienen su red de apoyo y muchas veces, por esa falta de apoyo, no consiguen empleo y tienen problemas de salud, etc.”, finalizó.