En Quetzaltenango funciona el Departamento de Protección a niñez y adolescencia víctima de Violencia sexual con enfoque de Género, en el que se resguarda a niñas y jóvenes, de entre 7 a 18 años.
Actualmente, en el hogar viven 116 menores, todas víctimas de violencia sexual, de las cuales 15 se encuentran en estado de gestación; razón por la que es necesario que, además de los cuidados habituales, también reciban atención psicológica especializada.
Mirna Vásquez, jefa del departamento, indicó que trabajan en grupos de cinco para aplicar la terapia género sensitiva con la que se busca que las niñas y adolescentes, además de superar el trauma del abuso, sean empoderadas.
“Lo que se pretende es que además de ser sobrevivientes, también sean empoderadas y sepan como frenar los abusos y que no vuelvan a ser víctimas de ningún tipo de agresión”, apuntó Vásquez.
Las terapias constan de 15 sesiones, pero es a partir de la quinta cuando las profesionales observan cambios importantes de las niñas y adolescentes pues se aborda el tema del perdón, un paso importante para superar el pasado.
“Ellas traen un dolor muy grande y aquí tratamos de darles apoyo en todo sentido; en la salud vemos que se restituya ese derecho pues la mayoría tiene enfermedades de transmisión sexual; las educadoras se esfuerzan por tenerlas siempre en actividad; y en lo pedagógico se mantiene como prioridad el cero ocio”, añadió Vásquez.
Superación y recreación
Las niñas y adolescentes en gestación que actualmente reciben la terapia, han avanzado a otra etapa, y como parte de esta participaron en una convivencia junto con la psicóloga, Andrea Santiago.
“Para participar en esta fase, tienen que estar psicológicamente estables y tener buena conducta; tratamos de que todas vayan, pero no es posible pues a las que ya tienen cerca de ocho meses de embarazo tratamos de no exponerlas tanto”, aseguró la jefa del departamento.