El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia –Unicef- respalda el trabajo que la Secretaría de Bienestar Social -SBS- realiza para atender a la niñez y adolescencia, en especial, a los programas a cargo de la Dirección de Protección Especial y Atención no Residencial de la Subsecretaría de Protección y Acogimiento.
Gracias a dicho apoyo, se tiene planificado que, en los próximos meses, se remoce el albergue Nuestras Raíces Quetzaltenango. Ello incluye la modificación del sistema de agua para el servicio sanitario, las duchas, el mantenimiento del techo y el piso, entre otros.
También, se renovará el mobiliario y equipo. Se abastecerá con paquetes de higiene y equipo lúdico para atender a las y los adolescentes de acuerdo con sus necesidades específicas, explicó la directora de Protección Especial y Atención no Residencial, Anaeli Torres.
Mejores atenciones
Con Unicef también se trabaja el protocolo psicosocial de la niñez y adolescencia migrante, con el objetivo de actualizar las herramientas para velar por el interés superior de las niñas, niños y adolescentes que lo requieran. Ello incluye tanto a los guatemaltecos como a los extranjeros que se encuentran en tránsito por nuestro país.
“Unicef siempre ha apoyado a la Subsecretaría de Protección en el contexto de movilidad humana y desde hace varios años hemos realizado diferentes acciones, pero desde la pandemia se ha intensificado su colaboración”, expresó el Subsecretario de Protección y Acogimiento, el doctor, Carlos Gómez.
Como consecuencia de la pandemia se actualizó el abordaje y atención a las niñas, niños y adolescentes. Gracias al Refugio de la Niñez, se contrató personal adicional como: operadores de protección infantil, psicólogos, médicos, entre otros profesionales. Ello, con el fin de dar atención especializada a la niñez y adolescencia durante su estadía en los albergues.
Durante el año paso, la Unicef donó en servicios, Q3.7 millones a la SBS.